"Las Médulas llevan la fama y los canales ponen el agua"

Los canales romanos que abastecían a las Médulas también buscan ser Patrimonio de la Humanidad, ¿qué es esta gran obra?

Fulgencio Fernández
12/10/2021
 Actualizado a 12/10/2021
Imagen de archivo. | ICAL
Imagen de archivo. | ICAL
El viejo dicho para hablar de la importancia del Sil que cuenta aquello de que el «Miño lleva la fama pero el Sil pone las aguas» podría valer para poner en valor los canales romanos que surcan la Cabrera: «Las Médulas llevan la fama pero los canales ponen las aguas», fundamentales para este paraje  declarado Patrimonio de la Humanidad. El ingeniero e investigador leonés Roberto Matías, gran defensor de la importancia de los canales y uno de los impulsores de que también sean declaradas Patrimonio de la Humanidad lo tiene muy claro: «Las Médulas eclipsan a los canales, no tienen su espectacularidad, pero sin los canales no existirían las Médulas. Sin agua no hay oro, las Médulas necesitaban mucha agua para derrumbar la montaña y la tuvieron gracias a los canales». Por ello, lamenta que no sean tan conocidos como merecen: «La red de Canales Romanos de Médulas  no se conocen. Es cierto que en ámbitos científicos  sí están reconocidos, pero el ciudadano de a pie no los conoce y las expresiones que escuchas cuando los visitan dejan bien a las claras su importancia... y su olvido».

Cierto que en los últimos tiempos se han multiplicado las iniciativas encaminadas a lograr la declaración de Patrimonio de la Humanidad, que ya tienen las Médulas, para los canales que las han hecho posibles. Hace tan solo unos días La Nueva Crónica informaba de la reunión entre representantes de la Junta de Castilla y León y del Consejo Comarcal de El Bierzo junto a representantes de diferentes ayuntamientos de la comarca para el inicio del proceso para la declaración de los canales romanos como Patrimonio de la Humanidad, para lo que el primer paso será el reconocimiento como Bien de Interés Cultural, tras lo que posteriormente se solicitará la inclusión a la Unesco.

El citado Roberto Matías había elaborado un completo informe sobre los motivos que hacen viable y hasta de justicia este reconocimiento. «Son casi 700 km. de canales cartografiados, es una obra de la envergadura que para entenderla se podría decir que es comparable con la red de acueductos que abastecía a la ciudad de Roma o que la tierra excavada por esta obra supone un volumen similar a la pirámide de Guiza. Movió tres millones de metros cúbicos sacados a mano». Por ello, lamenta que «la declaración pasó por alto el conjunto de esta increíble obra de ingeniería, centrándose únicamente en el singular paraje que reúne los residuos de los trabajos de extracción».
A la hora de hablar de las peculiaridades de esta excelente obra de ingeniería recuerda Matías que «es de una gran precisión el trazado de pendientes tan uniformes y leves, de tan solo dos o tres metros por kilómetro. Es una gran lección».

Habría que reflexionar sobre la magnitud de una obra excavada a mano, con herramientas de hierro, con las que trajeron agua desde el río Ería y también hasta el lago de Truchillas, con 125 kilómetros de longitud. «Un canal de 1,20 metros de anchura, con una pendiente de un 2 ó 3 por mil  lleva medio metro cúbico de agua por segundo, que puede parecer poco pero cuando haces la suma te encuentras en un año con un volumen de entre 50 y 70 millones de metros cúbicos de agua para abastecer a esa gran obra que son las Médulas», señala Roberto Matías, que lleva muchos años trabajando por la puesta en valor de este patrimonio, no solo de los canales, antes lo hizo con las minas de Llamas de Cabrera y otras muchas iniciativas.

Tiene muy claro Matías que estos  canales tienen una más que interesante vertiente histórica, pero también un aprovechamiento turístico incuestionable. «Hay numerosos tramos transitables, kilómetros, sin dificultad para recorrerlos pues las poblaciones utilizaron estos carriles como caminos. Ya hay 100 kilómetros de recorrido de canales, los últimos en Yeres, que es muy fácil ponerlos en valor y permitir que sean recorridos. Llegar a las Médulas por el mismo canal que iba el agua es un privilegio que quienes lo han disfrutado desde la parte alta, por el camino del agua, lo definen como impresionante. Solo recorrer un kilómetro ya es impresionante». Cierto que aún restan trabajos por hacer.

«Quedarían, por ejemplo, los 35 a 40 kilómetros necesarios para abrir una gran ruta de Corporales a las Médulas, excelente eje de desarrollo turístico, un recorrido por una de las obras más importantes de ingeniería romana».
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