Las historias escondidas

13/03/2019
 Actualizado a 17/09/2019
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Cuando miras de cerca, al detalle —o cuando Mauri te hace el favor de mirarlo por ti y traerlo hasta esta página— los retablos, sillerías de los coros y otros elementos patrimoniales de templos y catedrales encuentras escenas que ni habías imaginado pues las guías repiten, como en el caso de ésta de Pobladura de Pelayo García, descripciones del tipo: «Destaca el retablo barroco, de cinco calles y cuatro cuerpos asimétricos, presidido por la imagen del santo titular con cruz aspada».

Pero siempre hay más ¿Ves esa cabeza? Busca la leyenda, siempre existe una historia escondida.

El gran Jesús Torbado mantenía que su afición por la literatura había nacido en las biografías delos santos que circulaban por las viejas escuelas y sacristías de su ‘tierra mal bautizada’ de Sahagún y alrededores. Verdadero realismo mágico el que se esconde detrás de los sacrificios para lograr esa santidad que llevaba sus nombres al santoral del calendario y los almanaques de las paredes de todas las cocinas.

De vez en cuando saltan a las páginas de los periódicos, con algún titular llamativo, escenas profanas que se pueden ver en las sillerías de los coros de la Catedral o alguna basílica, bestiarios o escenas subidas de tono a las que se suele atribuir carácter moralizante pero que abren la puerta a que cada cual haga la interpretación que más se ajuste a su circunstancia.

Ya se sabe que los caminos del Señor son inescrutables. Y los de la historia.
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