Las guerras del agua

Los dos grandes partidos sucribieron el acuerdo de cesión de caudal a Portugal, por mucho que ahora se ofrezcan como mediadores, una vez más inútiles, porque antes están las órdenes de sus aparatos que la solidaridad con la que un día se llenaron la boca

Agitar la frustración de los profesionales del campo y manipular su reivindicación, objetivos de los políticos
19/09/2022
 Actualizado a 19/09/2022
Durante muchos años, los guionistas de cine y los conspiranoicos, que muy a menudo son los mismos, han ido anunciándonos que las guerras del futura serían por las fuentes de energía y por el agua. Las de las fuentes de energía ya las llevamos padeciendo muchos años y son las causas de los principales conflictos internacionales, mucho antes de que Rusia invadiera Ucrania, pues la energía es la mayor fuente de riqueza, y parece que las del agua se van poco a poco acercando para convertirse en realidad. Esta mañana se manifiestan por las calles de la ciudad de León regantes que están en contra de tener que ceder agua a Portugal, para cumplir un convenio que suscribieron los dos grandes partidos de este país, aunque ahora intentan completar su manipulación de la frustración de los profesionales del campo diciendo lo contrario, ofreciéndose como intermediarios en materias en las que no tienen ninguna competencia y, si la tuvieran, harían exactamente lo mismo: agachar la cabeza ante las órdenes de sus partidos. El agua no es de los que tuvieron que dejar sus pueblos por la construcción de los pantanos, pero tampoco es en exclusividad de los regantes, que son los que más la consumen pese a la modernización de sus infraestructuras, sufragada en su mayor parte con dinero público en obras faraónicas. De modo que la solidaridad que pidieron a los montañeses la tienen que tener ahora con los portugueses, porque el agua no es suya.
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