Las farmacias ya pueden dispensar medicamentos recetados en Andalucía

Un total de 16 comunidades conforman ya la red con receta electrónica interoperable

L.N.C.
18/07/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Las farmacias de Castilla y León ya pueden dispensar medicamentos recetados en Andalucía, comunidad que desde hoy ya dispone de receta electrónica interoperable.

Castilla y León ya se había incorporado a esa red de comunidades con ‘e-receta’ interoperable el pasado verano. Con la incorporación de Andalucía son ya 16 las comunidades interoperables entre sí: Castilla La Mancha, Canarias, Extremadura, Aragón, Comunidad Valenciana, La Rioja, Castilla y León, Galicia, Navarra, Asturias, Murcia, Cataluña, País Vasco, Cantabria, Baleares y Andalucía, Queda pendiente, por tanto, la incorporación de la Comunidad de Madrid y de Ceuta y Melilla.

El presidente del Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl), Carlos Treceño, señaló que la incorporación de Andalucía es un hecho especialmente relevante, teniendo en cuenta que es “un importante eje turístico y que el desplazamiento de ciudadanos de unas Comunidades a otras en épocas vacacionales es elevado. Para Castilla y León, la vista está puesta ahora en que una comunidad limítrofe como Madrid se incorpore cuanto antes a esta red interoperable”.

Este sistema conectado permite por tanto a los ciudadanos retirar su medicación en cualquiera de las oficinas de farmacia de las comunidades autónomas que ya son interoperables. Además, según se resalta desde Concyl, desde su puesta en marcha en junio de 2017 y hasta finales de junio de 2018, son ya 155.868 las recetas electrónicas que se han tramitado en las más de 1.600 farmacias de Castilla y León procedentes de ciudadanos llegados de otras comunidades. Mientras tanto, en ese mismo periodo, otras Comunidades interoperables han tramitado 91.556 recetas electrónicas de ciudadanos de Castilla y León.

Según Concyl, los beneficios que la interoperabilidad trae consigo son indudables, tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios. Por un lado, facilita el acceso a los tratamientos de los pacientes que no se encuentran en su Comunidad y permite al farmacéutico el seguimiento de dichos tratamientos. Todo esto con la vista puesta en mejorar la adherencia terapéutica y contribuir a la seguridad del medicamento a través de la detección de posibles reacciones adversas e interacciones.
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