Las estrellas hacen brillar más al mirador de Trambasaguas

Una jornada astronómica fue el punto de partida para estrenar este nuevo espacio construido en hacendera por numerosos vecinos de Valcabado del Páramo

A. Rodríguez
05/09/2022
 Actualizado a 05/09/2022
Instante de la vista de las estrellas desde el mirador. | JOSÉ MANUEL OLMOS
Instante de la vista de las estrellas desde el mirador. | JOSÉ MANUEL OLMOS
Nada es por casualidad. Una configuración de constelaciones y planetas que no se veía desde 1881 y que ya se encargó de ilustrar con anterioridad el artista hispano flamenco Fernando Gallego, a finales de del siglo XV, en la bóveda de la Biblioteca del Patio de Escuelas Menores de la Universidad de Salamanca, conocido como ‘El Cielo de Salamanca’, título de la obra y que da nombre a este hecho tan particular. Un evento que según los científicos se ha repetido en 23 ocasiones en un margen de 1.100 años. El Sol en Leo y Mercurio en Virgo, siendo visible éste último junto con Venus, Júpiter, Saturno, Marte y demás astros como la Luna, Vega o Arturo; todo ello a lo largo de la noche.

Este fue el punto de partida y excusa para organizar un primer evento astronómico en Valcabado del Páramo –organizado por la junta vecinal y la Asociación Cultural Ave Fénix– que se repitió el pasado 23 de agosto y para poder mirar por primera vez hacia el firmamento desde el nuevo mirador de Trambasaguas construido en hacendera por vecinos de la localidad.

Santi Parrado (Meteo Bedunia), de sobra conocido por su pasión por la meteorología, fue el encargado de elaborar un programa para poder disfrutar de una gran noche. Además, se guardaba un as bajo la manga, y no fue otro que contar con la presencia de Roberto Martínez, astrofísico afincado en el norte de Burgos, pero natural de Ribas de la Valduerna. Todo iba a comenzar a las 20:00 horas del 23 de agosto recibiendo en el denominado Centro de Promoción Turística a las más de 80 personas que se inscribieron en la escasa semana que duró la promoción de la activad, todo un éxito que sorprendió a organizadores y ponentes, con la presentación de la Jornada y seguidamente a las 20:22 con la charla coloquio de Santi Parrado sobre el firmamento y las estrellas.

La ponencia continuó presentando el hecho histórico, conociendo datos tan curiosos como que hasta el 2060 no va repetirse esta configuración constelar y planetaria. A las 21:33 horas estaba previsto desplazarse al recientemente inaugurado mirador de Trambasaguas para contemplar el atardecer y el avistamiento de Mercurio, pero las nubes se entrometieron en el cielo. No obstante, poco después, todos los presentes se desplazaron hacia el mirador de Trambasaguas para la observación de todo aquello que las nubes nos dejasen ver. Parte de la osa mayor (el carro), la estrella polar o Vega ya se asomaban tímidamente.

Poco después, José Manuel Pérez y José Manuel Olmos intentaron ofrecer de una manera muy intensa y concentrada los conocimientos necesarios para comprender el funcionamiento de una cámara fotográfica y los componentes esenciales que la integran que regulan la entrada de la luz para, de esta manera, aplicarlo en el ámbito que nos ocupaba: la fotografía nocturna de estrellas.

La jornada continuó entrada la madrugada nuevamente en el paraje que hace las veces de observatorio y mirador para seguir observando el firmamento y quién lo desease poner en práctica los consejos fotográfico; mientras las nubes se despejaban y permitían ver las estrellas y los diferentes planetas en todo su esplendor desde el mirador de Trambasaguas.

Y para concluir está experiencia, se convocó a todo aquel que lo desease, mientras el sueño y las fuerzas se lo permitiesen, a las 06.15 horas del miércoles 24 de agosto para contemplar el amanecer, junto con la salida de la luna y Venus.

Gran éxito


«Una primera Jornada Astronómica que sirvió de aprendizaje para futuros eventos, en el que el tiempo no acompañó después de una semana de cielos despejados, pero que sirvió de excusa para disfrutar de una noche compartiendo conocimientos y pasiones», asegura José Manuel Olmos.

Asimismo, Olmos señala que «cabe recordar que no hace falta esperar al 2060 para disfrutar de las estrellas; las reales y las metafóricas que decoran el almizate de su artesonado mudéjar -y con él el resto de las armaduras que integran la ruta a través de la Vía de la Plata y su zona de influencia-, son las excusa perfecta para esa escapada turística, rural y de interior, a través de una pequeña constelación: ‘Los cielos españoles en el Páramo Leonés’».

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