Las cuentas que sí salen

Si los Presupuestos Generales del Estado suelen ser un ejercicio de ficción, en este caso se parecen más a la ciencia ficción. De todos los números que se incluyen en proyecto sólo hay unos que están claros: los votos necesarios para su aprobación no son suficientes

Difícil será Sánchez pueda convencer a alguien de que la inversión en Cataluña no es un peaje a cambios de apoyos
15/01/2019
 Actualizado a 15/09/2019
Difícil será que Pedro Sánchez pueda convencer a alguien de que el desproporcionado aumento de la inversión prevista para Cataluña no es un peaje que tiene que pagar para conseguir los apoyos necesarios para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Por definición, a la vista de las cifras y de las valoraciones, las cuentas del Estado se podrían incluir más en el género de la ficción que en la propia economía, aunque este año, dadas las características del Congreso de los Diputados y de la mayoría del PP en el Senado, dadas las fechas que son necesarias para su tramitación y la proximidad de las elecciones locales y autonómicas, se pueden considerar más bien ciencia ficción. Los verbos se retuercen en el condicional para analizar unas inversiones que será muy difícil convertir en realidad (esa peligrosa palabra que es ejecutar), más bien una declaración de intenciones o un anticipo del programa electoral, según se mire, una maniobra para llamar al patriotismo (otra de las palabras más peligrosas de nuestro diccionario) de la oposición y trasladarles la presión de la «responsabilidad». De todos los fuegos artificiales que acompañan a los Presupuestos Generales delEstado, sólo hay unas cuentas que están perfectamente claras y que no dan el resultado necesario: no son las inversiones, sino los votos necesarios para sacarlas adelante en el Congreso de los Diputados.
Lo más leído