Las cosas del utre, la curuxa, la andurina, el paspallás, el xilgueiro, sidoro y otras aves

Páxaros es un minidocumental que acaba de producir la empresa leonesa masquepajaros y que recoge los nombres y las historias en leonés de un buen número de aves

Fulgencio Fernández
19/09/2022
 Actualizado a 19/09/2022
El equipo de masquepajaros | L.N.C.
El equipo de masquepajaros | L.N.C.
Masquepajaros, la empresa leonesa de ecoturismo y realización de documentales, ha dado un salto en su último trabajo y después de trabajos de larga duración (alrededor de una hora) sobre el urogallo, el oso o el lobo, entre otros, acaba de ver la luz un singular minidocumental, de solo 12 minutos de duración y con unas características especiales, como estar narrado en pachuezu y rescatar los nombres leoneses de las aves.

Desde masquepajaros explican que Páxaros, ése es su título, «es el primer documental de naturaleza en leonés (idioma prácticamente desaparecido del noroeste de la península Ibérica) que en 12 minutos recoge dichos y cultura tradicional en torno al mundo de los pájaros». Para ello han recogido testimonios en localidades donde se habla el pachuezu o el asturleonés. Pueblos como Palacios del Sil, Marrubio, Formigones, Cogorderos, Morriondo, Felechares y Mansilla del Páramo, en las comarcas leonesas del Cabreira, La Cepeda, Valdería o el Páramo, y también fuera de la provincia leonesa en Sayago, Sanabria y Aliste y con especial presencia del Mirandés, de Portugal. Recuerdan que los dichos, nombres y expresiones recogidas «forman parte de una tradición oral en grave peligro de extinción».

La directora del trabajo, que empieza recogiendo dichos de los meses —xeneiro, frioleiro; febreiro, poco menos...— es una de las integrantes de la empresa leonesa, Beatriz Blanco Fontao, con la colaboración de Manu González. Señalan que la idea de usar el pachuezu y recuperar los nombres de las aves en leonés «forma parte de una idea más global, poner en valor diferentes aspectos de nuestra naturaleza, en este caso pequeñas aves muchas veces muy desconocidas, y a su vez poner en valor el nombre con el que eran conocidas en diversas comarcas leonesas, de Zamora e, incluso de Portugal».

A su vez, las personas consultadas y entrevistadas ofrecen diversas explicaciones sobre los nombres de los ‘páxaros’ pues, argumentan:«Dicen que lo que no tien nome non existe, nomamos aquecho que conoocemos y asina sabemos los nomes de los páxaros».
Y van apareciendo imágenes de diversas aves con sus nombres en castellano y en leonés: Sidoro (para la oropéndola); ruiseñore (ruiseñor); utre (buitre leonado); curuxa (lechuza común); andurina (golondrina); xilgueiru (jilguero).

Algunos, recuerdan, son tan sonoros como el paspallás, un nombre muy sonoro sobre el que recogen diversas versiones del nombre, que es el de la codorniz común: «En portugués se llama codonrniz y en tierras de Miranda se llama paspallás, un nombre que viene de su canto: pas pa llás, pas pa llás...», explica el portugués José Jambás, mientras Alfredo Hernández se decanta por otra versión: «Mucha gente dice que el nombre quiere decir pascua ya, pascua ya, pòrque es una ave que llega por la Pascua, pero por la parte de Sayago, en Zamora, mantienen otras teorías».

Otro de los nombres curiosos es el del chichifán  o la cachorla, de la que Alberto Ramos explica que se trata de un nombre nacido de la onomatopeya de su sonido. «Es el sonido que hacen las aves cuando van volando».

Rosalía Álvarez se centra en la historia del cuco, el cuquiecho. «Aquí (Palacios del Sil) le decimos: cuqui, cuquiecho, rabín de escoba ¿cuántos anos faltan pa la mía boda? Y el cuco va cantando, cuentas las veces que lo haces y ya lo sabes. También le preguntamos con la expresión cuqui, cuquiecho, rabín de acebo ¿cuántos anos faltan pal mi entierro?Pero ése me gusta menos»; mientras Servando Cabezas, de Morriondo en La Cepeda, también aporta otra versión muy parecida.

Y los testimonios se van acompañando por cuidadas imágenes, tanto de los páxaros como de las localidades o comarcas a las que se refieren. Y en el repaso no podía faltar un ‘páxaro’ muy de la casa, el urogallo, que en tantos pueblos conocen como faisán y aportan sus historias.
Lo más leído