«Las cofradías están viviendo una verdadera etapa dorada»

Enrique Guevara, investigador e historiador, ofrece hoy la ponencia inaugural del 33º Encuentro Nacional de Cofradías

María Herrero
23/09/2022
 Actualizado a 23/09/2022
Enrique Guevara Pérez, cofrade, historiador e investigador. | L.N.C.
Enrique Guevara Pérez, cofrade, historiador e investigador. | L.N.C.
El Auditorio Ciudad de León es el lugar escogido para arrancar hoy con los actos centrales del 33º Encuentro Nacional de Cofradías, y la persona encargada de dar comienzo a los eventos de manera oficial es el cofrade, historiador e investigador, Enrique Guevara Pérez. Nacido en Madrid, es miembro de la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla y de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena de Madrid. Tras publicar seis obras sobre la Semana Santa madrileña y otro par sobre la sevillana, además de otras colaboraciones, llega a León este viernes a las 13:15 horas para charlar sobre la ‘Evolución, significaciones y vigencia de las cofradías en el siglo XXI’.

-Eres el encargado de abrir el Encuentro Nacional de Cofradías en León, ¿cómo serán esas palabras de recibimiento para todos los cofrades?

-En mis palabras no se van a ver reflejados grandes tratados, ni hiperbólicas conclusiones, ni tampoco inéditos descubrimientos. Quiero hablar desde el corazón, desde la experiencia vital personal y desde el conocimiento acerca de la vigencia que tienen las cofradías en nuestros días, quedando muchas veces denostadas por algunos e infravaloradas por otros muchos. Las hermandades constituyen instrumentos muy válidos y enérgicos para la Iglesia y para la sociedad del siglo XXI. Han evolucionado y no son realidades pasadas anidadas en su historicismo. La realidad cofrade ha evolucionado muchísimo, y muy especialmente en la época que, por la Gracia de Dios, nos ha tocado vivir; y esto no puede pasar inadvertido, ni mal aprovecharse, ni dejar indiferente a nadie. Cuando la gente sale en busca de una procesión, sale al encuentro mismo con Cristo, aunque muchas veces se genere en ellas un entorno difícil de explicar dentro de su atracción. Quisiera presentar la evolución de las cofradías, del ayer al hoy, quedarme con las connotaciones y significaciones de las hermandades en nuestros días y defender su presencia y su actividad diaria.

-¿Qué esperas de esta celebración en León?

A lo largo de mi vida cofrade he podido asistir a diferentes Encuentros y Congresos de hermandades y cofrades. Constituyen un foro muy interesante de intercambio de ideas, conocimientos y vivencias. La cercanía y el afecto que se genera en ellos con cofrades de distintas latitudes del país es única, y la profundización en el estudio de temáticas comunes a todos es muy fructífera y provechosa. En los Encuentros siempre hay un momento para todo: para rezar, parea fraternizar, para charlar, para leer, para hablar con Dios, para conocer a nuevos cofrades, para engrandecer el conocimiento. Son, sin duda, el más importante foro cofrade de nuestro país, tanto por su número de asistentes, como por su diversidad geográfica.  Concretamente en el Encuentro de León tengo muchas expectativas puestas, primero por cuanto se ha dilatado su convocatoria en el tiempo, con motivo de la pandemia, y segundo porque quien lo organiza es una gran ciudad y una gran Junta de Cofradías que, celebrando en la actualidad su 75 aniversario fundacional, pasa por ser de las más longevas a nivel nacional. Hay que denotar que León va a acoger el 33 Encuentro, y en ese número 33 de convocatoria va mucha significación y simbología acerca de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

-¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan las cofradías en el siglo XXI?

Las cofradías son una realidad pasada, presente y futura, y además están viviendo una verdadera etapa dorada que nadie sabe hacia donde ni hasta donde nos va a llevar. Nunca, en la historia de siglos de las hermandades, se vivió un período de tal florecimiento que el actual, y todo ello paralelo a una presencia cada vez mayor de una secularización galopante en la sociedad. Parece una antítesis, pero es la realidad. Las cofradías deben hacer honor, más que nunca, a sus orígenes, que es lo que las acredita y legitima. Deben aprovechar el momento álgido y de crédito que les da la sociedad, y seguir dando culto a las imágenes, deben ejercitarse en la labor caritativa, es necesario que incrementen la formación cristiana de sus miembros, y resultaría ejemplarizante el que llevaran a cabo una misión de evangelización (o reevangelización) de la sociedad, y todo ello sin que sean confundidas con seminarios ni ONG.

-¿Cómo es ser cofrade en el año 2022?

Ser cofrade hoy en día es un modo de vida, no exento de valentía. Es una manera de ser cristiano bajo el carisma que proponen las hermandades. Es sentirte misionero comprometido. Vivimos en un contexto social cómodo donde el compromiso es algo caduco, pero los cofrades no escatimamos en ello. Pertenecer, hoy en día, a una cofradía supone dedicación, responsabilidad, trabajo, obligación, ejemplo. La actividad cofrade debe provocar un cambio en la vida ordinaria (familiar, social, laboral), y si eso no ocurre es que no se ha entendido bien la trascendencia de lo que se ha hecho. Ingresar en una cofradía, no es (con todo el respeto) apuntarse a un coro o a un club deportivo. Lo que nos traemos ente manos es la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

-¿Las cofradías siguen teniendo interés para la población, especialmente la más joven? ¿Existe relevo generacional?

Efectivamente, las cofradías tienen más que nunca interés para la sociedad. No hay más que ver la gran capacidad de convocatoria y de organización que tienen en sus actos y cultos. Las hermandades han llegado a lo más profundo de las gentes mediante un lenguaje sencillo y atractivo, cómplice y participativo. Con todo ello se han ganado el reconocimiento y el crédito social y, actualmente, constituyen los movimientos diocesanos más numerosos. En cuanto al relevo generacional, sí parece asegurado, aunque la realidad se nota en mayor o menor grado según la zona territorial del país y su grado de tradición.

-Has escrito sobre la Semana Santa en Sevilla o Madrid, ahora vives este encuentro en León, ¿existen muchos tipos de sentimiento cofrade?

El sentimiento siempre es el mismo, porque lo que se conmemora también lo es. Ahora bien, claro está que en cada punto de nuestra geografía nacional, la Semana Santa se vive y se celebra de manera distinta. Aquí radica una de las principales riquezas de la misma. De norte a sur, y de este a oeste, surgen formas y maneras singulares que patentizan una misma realidad. No existe un único patrón de celebración de la Semana Santa y no pueden establecerse modelos unitarios de la fiesta.

-¿Conocías la Semana Santa leonesa?

Cualquier cofrade que se precie de serlo y que tenga una mínima inquietud por conocer Semanas Santas destacables en el panorama nacional, tiene que tener presente la de León por múltiples motivos: el número de cofradías, los imagineros que trabajaron en sus imágenes, las peculiaridades y tradiciones tan singulares, su léxico tan especial o el sentir de toda la población que se identifica plenamente con la conmemoración pasional, no en vano es una de las no muchas que tiene merecida la distinción de estar declarada de Interés Turístico Internacional. Personalmente, mi inquietud me ha llevado a poseer prácticamente toda la bibliografía editada sobre la misma, amén de haber visionado grabaciones, pero en Semana Santa no he podido estar nunca, aunque sí fuera de esa fecha para conocer de primera mano los templos, las cofradías y las imágenes. He de hacerte una confesión, y es que formé parte de la comisión organizadora de la Jornada Mundial de la Juventud, Madrid 2011, en donde diferentes pasos de la geografía nacional fueron llamados a participar en un Vía Crucis en presencia del Santo Padre, si bien desde un primer momento tuve claro que la imagen de Jesús Nazareno debía estar entre las llamadas a estar presentes en Madrid como representación de toda la Semana Santa de León, de tal modo que ya que yo no había podido ir a León, fue León quien vino a que o disfrutásemos.

-¿Qué te resulta especial de la Semana Santa de León?

Amén de poder ver toda la escenografía de las cofradías en movimiento, con sus papones y braceros, con sus túnicas, con sus exornos florales tan personales, con sus misterios, tengo especial interés por asistir a la Ronda que recorre la ciudad la noche del Jueves Santo y a la Procesión de los Pasos, que desfila la mañana del Viernes Santo.  Además, me gustaría poder ver cara a cara las obras de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia, atribuida a Luisa Roldán, y al misterio de la Flagelación, atribuido al escultor romanista Gaspar de Becerra.
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