Las Cabezadas llegan a tiempo

El claustro de San Isidoro alberga este domingo el ‘foro u oferta’ después de dos años en los que la pandemia obligó a celebrarlas en julio

Alfonso Martínez
23/04/2022
 Actualizado a 23/04/2022
Entrega del cirio de una arroba «bien cumplida» en julio de 2021. | MAURICIO PEÑA
Entrega del cirio de una arroba «bien cumplida» en julio de 2021. | MAURICIO PEÑA
Todo indica que acertaremos de nuevo si ponemos una X en la quiniela ante la tradicional e inmemorial ceremonia de Las Cabezadas, que este domingo recupera su sitio en el calendario después de dos años en los que la pandemia obligó a su celebración a lo largo del mes de julio.

Será un nuevo intento a la hora de poner fin al eterno desacuerdo que se escenifica en un evento en el que el pueblo de León ofrece al Cabildo de San Isidoro un cirio de una arroba «bien cumplida» y dos hachones de cera. El debate entre ambas partes se centra es si estos obsequios son ‘foro u oferta’, es decir, si es una obligación o una ofrenda voluntaria después de que en el año 1158 se sacaran las reliquias de San Isidoro en rogativa con el objetivo de acabar con la pertinaz sequía y de que finalmente la lluvia hiciera acto de presencia.

Es preciso destacar que la segunda teniente de alcalde y concejala de Bienestar Social y Juventud, Vera López, actuará este año como síndica y portavoz de la corporación municipal en la tradicional ceremonia de Las Cabezadas. Su oponente será el capitular isidoriano y párroco, Luis García.

La ceremonia comenzará a las 11:30 horas, cuando desde el Consistorio de San Marcelo, partirá la Corporación Municipal, portando el Pendón Real, hacia la Basílica de San Isidoro. Antes se hará un alto en el camino en la esquina de la parroquia de San Marcelo, donde el alcalde entregará a su párroco, a modo de limosna, otros dos hachones de cera.

A mediodía dará comienzo en el claustro de San Isidoro el tradicional debate entre la síndico municipal y el capitular isidoriano, en el que seguramente no faltarán seguramente las referencias al vino milenario que los clérigos guardan con celo y que los representantes del pueblo arden en deseos de probar.

Después de tres turnos de intervenciones, y posiblemente sin llegar a ningún acuerdo, los representantes municipales harán entrega voluntaria de la ofrenda. Seguidamente, el obispo, Luis Ángel de las Heras, presidirá una misa en la iglesia isidoriana.

A su conclusión y como despedida, los miembros de la corporación municipal protagonizarán, a las puertas de San Isidoro, tres notables reverencias que conllevan tres profundas inclinaciones del cuerpo y de la cabeza. Son las denominadas Cabezadas, que dan nombre a esta ceremonia.
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