Las bicis, a buen recaudo en León

La ciudad de León renovó hace poco más de un año su servicio de préstamo de bicicletas dentro de las políticas encaminadas a lograr una movilidad más sostenible que apueste además por las zonas peatonales y la utilización del transporte público.

Estas nuevas bicicletas disponen ya de un sistema antirrobo con seguimiento a través de GPS que dificulta la actuación de los amigos de lo ajeno o de quienes se vean tentados de cometer algún tipo de acto vandálico.

Y la misma misión –aunque en este caso con las bicicletas privadas– se instalaron hace dos meses una serie de aparcamientos seguros. Se trata de módulos tubulares cerrados y cubiertos que están dotados de sistemas individuales para el aparcamiento en su interior, videovigilancia, iluminación artificial y control. Los usuarios que estén dados de alta pueden abrir el aparcamiento con un código numérico y dejar o retirar su bicicleta o patinete.

Y a todas estas medidas se suma ahora la puesta en marcha del ‘biciregistro’, un sistema de identificación y marcaje de las bicicletas de los leoneses que tiene como objetivos fundamentales disuadir del robo de las mismas y facilitar la identificación del propietario en caso de que se produzca.

De esta manera, el Ayuntamiento de León y la Policía Local se han sumado a la iniciativa puesta en marcha en toda España por la Red de Ciudades por la Bicicleta con la colaboración de la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos.

La disminución de robos se logra gracias a un registro estandarizado con un kit que incorpora un número único junto a un código QR para cada bicicleta, recoge todos los datos en un listado a nivel nacional e identifica cada una de las bicicletas a cada propietario.

El número de registro del kit de marcaje facilita la labor policial de recuperación de bicicletas al ser un código compuesto por cuatro letras y seis números únicos para cada bicicleta.

El kit de marcaje se compone de cuatro vinilos fabricados en un material de muy difícil extracción y que en caso de manipulación dejan un rastro de adhesivo muy potente.

Una vez registrada la bicicleta a través de lapágina web, el propietario adquiere un kit con cuatro etiquetas, una grande, dos medianas y otra pequeña que tienen que colocarse en lugares estratégicos según su tamaño. Cuanto más visibles sean las etiquetas, más efecto disuasorio se conseguirá y más fácil será localizar la bicicleta en caso de que finalmente sea robada. La recomendación que hacen desde la Red de Ciudades por la Bicicleta es colocar la etiqueta grande en la parte delantera superior del tubo vertical del cuadro o en el manillar. Mientras, las dos medianas irían en la barra horizontal que va del manillar al sillín y en la vertical que baja hasta los pedales. En caso de que la bicicleta sea eléctrica, se recomienda ubicar esta última en la batería (si es externa). Finalmente, la etiqueta pequeña se colocaría en una zona oculta de la bicicleta, como debajo del eje de los pedales y cerca del número de bastidor.

En caso de robo o pérdida, el usuario deberá notificarlo mediante la página web y entrará en el listado nacional de bicicletas desaparecidas. A partir de ese momento, la Policía Local o cualquier persona que la encuentre podrá avisar ingresando el código de ‘biciregistro’.

Cabe destacar finalmente que el registro online de las bicicletas es gratuito y que el coste del kit de marcaje se sitúa en siete euros.