Las áreas despobladas piden acabar con "la España de dos velocidades"

La plataforma apunta a exenciones fiscales para las áreas rurales, la mejora de la conectividad o la compensación económica por la fijación de CO2 en la atmósfera

Ical
08/06/2020
 Actualizado a 08/06/2020
La coordinadora de la Red SSPA, Sara Bianchi, expone la ponencia en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica que se ha constituido en el Congreso de los Diputados.| ICAL
La coordinadora de la Red SSPA, Sara Bianchi, expone la ponencia en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica que se ha constituido en el Congreso de los Diputados.| ICAL
La Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (SSPA por sus siglas en inglés), ha reclamado en el Congreso de los Diputados medidas concretas y soluciones específicas para resolver el problema de la despoblación del medio rural, y terminar con la “España a dos velocidades” que denunció su portavoz, Sara Bianchi, durante su comparecencia ante la Comisión para la Reestructuración Social y Económica constituida tras la pandemia del coronavirus.

Bianchi apeló a la existencia de “disparidades territoriales” para constatar la necesidad de abordar el problema con una “visión a medio y largo plazo” dentro del marco financiero plurianual de la Unión Europea. Si bien apuntó a que esta crisis ha dejado ver las fortalezas del país, como el compromiso de los profesionales o la implicación de la ciudadanía, también ha hecho aflorar las debilidades que inciden especialmente en las áreas más despobladas. Y es que para esta plataforma, la despoblación no es una enfermedad sino uno de sus síntomas. “La enfermedad es la falta de cohesión que condena a estos territorios a ser territorios perdedores” incidió ante los portavoces de los grupos parlamentarios en el Congreso.

En ese marco financiero plurianual, Bianchi se refirió a los cinco objetivos estratégicos que contempla y que deberían ser prioritarios alcanzar, como una Europa más inteligente que salve la “profunda brecha” que separa el medio urbano del rural. Para ello apuntó a medidas para dinamizar la actividad económica en estas zonas como la reducción de impuestos, incentivos a la contratación o exenciones totales o parciales a la seguridad social para las actividades radicadas en zonas despobladas, como se viene haciendo en países del norte de Europa, dijo, con notable éxito. A su juicio, el escaso tejido empresarial de estos territorios conlleva la inexorable pérdida de empleos que “retroalimenta el círculo vicioso de la despoblación”.

Otro de los objetivos mencionados fue el de fomentar las oportunidades derivadas de la llamada “transformación verde” de las sociedades hacia sistemas de producción más respetuosos con el medio ambiente. Ante lo que puso sobre la mesa la labor medioambiental que realizan estos territorios para compensar el CO2 que emiten a la atmósfera los grandes núcleos urbanos. “En su día se habló de que quien contamina paga” recordó, y agregó que ahora quizá sea momento de hablar de “quien preserva cobra”, lanzando la posibilidad de establecer un mecanismo de compensación por la fijación de CO2 del medio rural.

La brecha digital

En cuanto a las infraestructuras y la conectividad, la coordinadora de la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa aseguró que “internet es el agua del siglo XXI”, por lo que instó a las administraciones a trabajar coordinadas para llevar conexiones potentes al medio rural. “La brecha digital entre las zonas rurales y urbanas existe” constató, ya que solo el 40,8 por ciento de la población del medio rural tiene acceso a conexión banda ancha.

En este sentido destacó la necesidad de llevar el 5G a las zonas rurales y con precios asequibles para impulsar prácticas que se han acelerado con esta crisis como la del teletrabajo o la teleasistencia, así como el impulso de nuevas actividades en las áreas rurales. Tanto es así que puso como ejemplo las Altas Tierras de Escocia donde se han puesto a la vanguardia en investigación de centros de computación bajo el agua o generación eléctrica renovable submarina.

Una oportunidad que avaló con datos al señalar que estas zonas han crecido un 22 por ciento en población de 1961 a 2011, frente al dos por ciento del resto del país, mientras que en el mismo periodo la provincia de Soria perdió un 36 por ciento de la población frente al 11 por ciento que perdió Castilla y León en su conjunto.

También demandó Bianchi una “clasificación justa” a la hora de catalogar a las zonas como áreas despobladas que se atenga a los criterios de densidad, envejecimiento demográfico y de evolución de la población porque hay zonas que llevan más tiempo en esta situación crítica que deben ser una prioridad a la hora de buscar soluciones que dinamicen su tejido empresarial, sus infraestructuras y sus servicios. La propia Bianchi recordó a los presentes que había invertido tres horas y media en desplazarse desde Teruel hasta Madrid para participar en la Comisión.

“Tienen la oportunidad de dar una respuesta ambiciosa”, le dijo Bianchi a sus señorías del Congreso, consciente de que “no existen fórmulas mágicas”. Aún así recordó que es necesario adoptar este tipo de medidas ya “para que no nos pille el toro, la gente necesita estas medidas ahora”.

Sara Bianchi es la coordinadora de la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (en inglés Southern Sparsely Populated Areas, SSPA), que nació de la unión de la Confederación de Empresarios de Cuenca(CEOE-Cepyme Cuenca), la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES), y la Confederación de Empresarios de Teruel (CEOE Teruel). Una red que se constituyó teniendo como fin último “la formulación y promoción de medidas destinadas a la reversión del proceso de despoblación, envejecimiento y fragilidad demográfica y económica de las Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa”.
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