Tras ser reparada en el Centro de Oficios de León, este martes ha vuelto a su ubicación original. La escultura, una obra del asturiano José Luis Fernández realizada en bronce en 1999, rinde tributo a la historia de ‘Las Cabezadas’. Representa la entrega de uno de los hachones de cera que el pueblo de León ofrece cada año al Cabildo de San Isidoro.
Tras casi dos meses de restauración desde que sufriera el accidente, ‘Las Cabezadas’ vuelven este martes al lugar en el que se celebra cada año la tradicional ofrenda tras un debate entre el cabildo y el Ayuntamiento sobre si es foro u oferta que siempre acaba en tablas.
La restauración
La escultura se fraccionó en varias partes, al igual que los dos módulos superiores de la peana de piedra caliza de Boñar, al sufrir el impacto de la carga de un vehículo, según han informado fuentes municipales a través de un comunicado.
Por ello, los monitores de cantería, Pedro Pablo García Primo, y soldadura, José Ángel de Celis, se han encargado de la restauración y posterior colocación de las piezas tras contactar con el autor y contrastar que se estaba actuando debidamente en los trabajos de reposición, montaje y tratamiento del bronce.
Desde el Centro de los Oficios han indicado que ha sido "un trabajo muy arduo" ya que la unión de los fragmentos de las piezas en bronce ha requerido "aplicar varios cordones de soldadura, además una de las piezas presentaba fisuras en el cuello y muñeca, que no se apreciaban a primera vista".
Además, una vez unidas las figuras, "se han pulido con esmeril y lijas de mano, se han patinado con ácido y se han limpiado con cera disuelta en agua caliente".
Se prevé que dentro de dos o tres meses se proceda a dar un patinado a la pieza, una vez que el cardenillo haya cubierto las superficies soldadas y confiera a la escultura una tonalidad homogénea.