La PAC obliga al agricultor a dejar un 5% de sus terrenos en barbecho para que la tierra descanse y el suelo así se regenere. Son barbechos obligatorios que en la provincia de León podrían estimarse en unas 6.000 hectáreas, una superficie que sería aún mayor si se tienen en cuenta los barbechos voluntarios que el agricultor aplica a aquellos terrenos de baja calidad. Estos precisan de una temporada de descanso para después poder volver a producir, una práctica agronómica esencial en el campo leonés. Es ese 5% del terreno que es obligatorio dejar de barbecho el que ahora podrá cultivarse como medida transitoria para garantizar el abastecimiento alimentario. En principio estos terrenos se podrían cultivar dejando que el agricultor sea quien decida con qué. De este modo, es previsible que en las zonas de secano productivo la apuesta sea por el girasol, un producto que en estos momentos cuenta con buenos precios y un coste de producción no muy elevado. En las zonas de regadío, los barbechos podrían aprovecharse también de este cultivo, pero también del maíz, que ya es el mayoritario en la provincia de León. De hecho, la organización agraria Asaja pedía hace unas semanas el poder cultivar estos barbechos obligatorios con lo que se se podrían producir otras 70.000 toneladas, que es el cargamento máximo que ha llegado en un buque a los puertos españoles. Para ello, decían, habría que suprimir la obligación de dejar superficies de interés ecológico, que por lo general son tierras de barbecho, y suprimir la obligación de diversificar cultivos en la explotación no ocupando el principal más del 75% de la superficie. Estas dos premisas se cumplirían ahora según lo anunciado por Bruselas aunque aúnfalta conocer las concreciones de la medida.
De momento, el Colegio de comisarios dio su beneplácito a la derogación excepcional y temporal de los terrenos ecológicos, lo que permitirá flexibilizar el uso de los terrenos de barbecho para cultivar alimentos y piensos, dando respuesta a una petición que España y Portugal habían hecho en febrero por la situación de sequía en la península. A través de esta medida el Ejecutivo comunitario pretende aumentar la capacidad de producción de cultivos en la UE en una situación extraordinaria, si bien Bruselas espera que las lluvias de los últimos días en España supongan una oportunidad para tener más cultivos de girasoles.
«La reacción debe ser producir más alimentos en la UE este año, porque necesitamos más alimentos», señaló el comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, que incidió en que la seguridad alimentaria es lo más importante y que los terrenos agrícolas deben ser utilizados para ello.
La comunicación del Ejecutivo comunitario contempla también 300 millones de euros de financiación para bienes y servicios en Ucrania bajo el paraguas del Programa de Apoyo de Emergencia, que además ayudará a reconstruir pequeñas infraestructuras en el país así como a asegurar el suministro energético.
También Bruselas dio ayer el visto bueno a la activación del artículo 219 de la Organización Común de Mercados Agrarios, que permite poner en marcha el fondo de crisis para el sector agrícola dotado de 500 millones de euros, en línea con la petición efectuada este lunes por los ministros de Agricultura de la UE. España será el segundo país de la UE que más dotación reciba de este fondo, que complementará con ayudas de Estado, igual que otros Estados miembro. El Gobierno trabajará ahora para definir con las comunidades autónomas y las organizaciones agrarias, cuáles son los sectores más afectados por las perturbaciones de mercado ocasionadas para determinar cómo se repartirán las ayudas.