Las 58 cumbres del macizo de Ubiña, en un tiempo récord

Los alpinistas Xiblo y Setmil logran hacer cumbre en sólo cinco días y sin ayudas externas de ningún tipo en todas las cimas de Ubiña

Vicente García
18/10/2019
 Actualizado a 18/10/2019
Instante en el que los dos montañeros logran hacer cumbre en el pico Ranchón. | L.N.C.
Instante en el que los dos montañeros logran hacer cumbre en el pico Ranchón. | L.N.C.
Iván Domínguez González (xiblo) y Juan Antonio Alifa (Setmil) son los protagonistas de un nuevo reto, con el que pretendían hacer las 58 cumbres de Ubiña en el menor tiempo posible, ya que anteriormente las habían hecho en dos años.

Los dos alpinistas llevaban todo lo necesario de ropa, escalada, comida; así como el equipo para vivaquear Al final estos dos alpinistas con bastante experiencia han tenido éxito y las han culminado en cinco días, sin ayudas externas de ningún tipo y con todo el equipo necesario de escalada, ropa, comida y el equipo para vivaquear, algo que hasta ahora nadie lo había conseguido. Ellos mismos presentan un relato de sus ascensiones y escaladas a estas cumbres:

Primer día 

Salimos del Puerto Ventana en dirección al primer pico del día: Pico sobre el Tambarón (2.000 metros), seguido del Peñón Ameno, Huertos del Diablo Norte y Sur, Melluque, Ranchón, Peña del Arca, la Mojonera, el Pachón, Peña la Cigacha, Peña el Rebezo y Pico Colinas. Luego descenderíamos a la Muesca del Colinas, para bajar inmediatamente al refugio más próximo al pico de las Becerreras, vertiente leonesa.

Segundo día 

Partimos a la Muesca del Colinas para hacer las 5 agujas de las Torres, los Cintos y los Foyos. Nuestra intención era volver a la Muesca del Colinas, hacer la integral del Prao Fontán y terminar en Peña Ubiña la grande, pero la niebla nos jugó una mala pasaday tuvimos que buscar otra alternativa, que pasaba por ir hasta la Forqueta del Portillín y bajar a dormir al refugio del Meicín, en la vertiente asturiana, como así lo hicimos. El refugio del Meicín esos días está cerrado pero cuenta con un pequeño espacio para montañeros que consta de una emisora de emergencias y dos literas.

Tercer día 

Volveríamos a subir bien temprano, con la luz del frontal,a la Forqueta del Portillín. Desde allí haríamos los 5 Portillines y volveríamos a la Forqueta otra vez para enlazar la cresta hasta el Tapinón, al cual no llegaríamos por falta de tiempo, pero aún así hicimos, Canalón Oscuro, la Palazana, Alto la Llera, Alto los Caminos, Prao Albo, Pie Ferreru, Fariñentu y Pico la Rana, durmiendo por debajo de Peña Llana protegidos en las estribaciones del pico con unas mantas térmicas.

Cuarto día

Saldríamos con las primeras luces del día para acometer la subida a Peña Llana, el Campanario, Siegalavá y Tapinón. Ese día cruzaríamos los puertos de Agueria que son un sube y baja hasta Peña Rueda, ascendimos por la muesca de la Cigacha ya muy cansados y dormiríamos en una cuevaa los pies del Pico el Rebezo para hacer la integral Prao Fontán, Peña Ubiña.

Quinto día 

Empezamos con las primeras luces del frontal, muy cansados, ya sin comida y tomando analgésicos para poder aguantar la integral que nos quedaría hasta llegar a la cima de Peña Ubiña la grande, Ubiña Pequeña, Peña Cerreos, Solmicho y Pico la Carba.

Después regresaríamosal refugio de las Becerreras en la vertiente leonesa a recoger todas las pertenencias que nos quedaron de días anteriores: saco esterilla, comida... En la bajada al refugio ya no nos quedaría ni comida ni agua y bajaríamos medio deshidratados.
Llegaríamos a Torrebarrio a las 12 de la noche con la luz del frontal, donde nos esperaría la familia para recogernos. Estaban muy emocionados todos, parecía una fiesta y para nosotros lo era.

El resumen

Los dos alpinistas presentarán proyecciones sobre este reto y en breve sacarán con una editorial asturiana, estando ya en proceso, el libro de las 58 cumbres del Macizo de Ubiña.

La actividad requirió no sólo caminar, sino realizar escaladas en los puntos más inacessibles y algún rappel Tal ha sido la narración de una actividad que ha requerido no solamente caminar, sino realizar escaladas en los puntos más inaccesibles, así como algún que otro rappel y descensos más o menos complicados. Es cierto que las cumbres a veces pueden encontrarse muy cercanas, pero la verticalidad del terreno hace que pasar de una a otra sea a veces muy complicado.

Cuando las personas se encuentran preparadas para acometer una gesta como la que se ha citado pueden volver perfectamente aunque esta no sea una actividad para cualquiera.
Lo más leído