03/02/2015
 Actualizado a 18/09/2019
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Ayer por la mañana echó a andar en Ponferrada la librería ‘Lápiz y Papel’. Está en la calle Tercio de Flandes y es un negocio clásico de papelería, kiosko y regalos en el que se han embarcado mis amigas Pili y Bibiana. Me disculparán la publicidad explícita, pero se me hace imprescindible por la noticia que supone la puesta en marcha del negocio. Sobre todo después de varias semanas de ver en las páginas del periódico cierres de establecimientos comerciales, alguno de ellos emblemáticos e históricos a lo largo de la provincia. Y es que parece que la crisis y sus secuaces se han propuesto no respetar ni a los emblemas ni a la historia.

Pero para hacerles frente están las ganas de personas como Bibiana y Pili, que piensan echarle un par y enseñarle los dientes a la puñetera crisis para ver si decide de una vez por todas, largarse por donde vino. Porque como tengamos que seguir esperando a que alguien la eche por nosotros, tira raíces y se queda a vivir.

Y es que, aunque los pregoneros de los palacios sigan diciendo que las cosas empiezan a ir bien, lo cierto es que la calle, la gente, los restaurantes, las panaderías, las librerías y los kioskos, quedan muy, muy lejos de los palacios donde dicen que las cosas empiezan a ir bien.

Desde sus torres y tribunas, desde los que tanto hablan de los países de Europa, podrían fijarse un poco más en como tratan por allí arriba a los emprendedores, a los autónomos y a las gentes con ganas de trabajar, por ejemplo.
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