Lamentarse después

De todos son conocidas las múltiples posibilidades de desarrollo que tiene la comarca del Bierzo, siempre y cuando se sepan encauzar y proteger pequeñas y grandes iniciativas

Ramón Cela
10/06/2018
 Actualizado a 15/09/2019
Jardín de la Alameda en Villafranca del Bierzo.| RAMÓN CELA
Jardín de la Alameda en Villafranca del Bierzo.| RAMÓN CELA
De todos es conocida las múltiples posibilidades de desarrollo que tiene la Comarca del Bierzo, siempre y cuando se sepan encauzar proteger pequeñas y grandes iniciativas que a priori nos parecen descabelladas, pero queen realidad, no son más que utilizar el más elemental sentido común, que en ocasiones nos parece tan lejano que parece que estamos construyendo los cimientos de la Torre de Babel.

Al parecer, ya no sólo en el Bierzo, sino en todo el país, no se sabe hacer nada si no es con subvenciones que aporta el Estado y se despilfarran o se esfuman como si de un certamen de magos se tratara. La razón es muy sencilla: no tiene valor, lo que no cuesta sudor…Así, de esta manera, nuestros políticos dejan la imaginación en casa al tiempo que se sacuden el trabajo como si esto estropeara sus ropajes de marca.

Naturalmente, no todos son iguales, pero parece que las costumbres hacen leyes y aquí nadie se mueve si no es en beneficio propio o, lo que es peor, del partido que los sustenta en el poder sin percatarse de que dentro del mismo anidan siempre las envidias y traiciones, llamadas: «Quítate tú, para ponerme yo». O lo que es lo mismo, el llamado «fuego amigo», que en resumen es peor que al que te enfrentas por obligaciones del cargo que se ocupe el político en cuestión.

Así, en la comarca berciana nos encontramos con una serie de incongruencias que hacen que los «caprichos» de alcaldes o corporaciones municipales derrochen los pequeños recursos de que disponen y que no hagan otra cosa quelamentarse por la falta de ayudas, que ciertamente son escasas, pero que, en muchos casos bien, estudiadas y administradas, podrían suplir con creces lo que ellos llaman «falta de ayudas del Estado».

Ciertamente, es muy fácil criticar y pensar que el que lleva el bastón de mando en las procesioneses el culpable de todo, pero esto tampoco es del todo cierto, ya que estos son sometidos de forma muy sutil por los mandamases del partido que representan y que, de alguna manera, les hace sentir vasallos del gran líder, comarcal, provincial o autonómico, quien a su vez, nunca es culpable de nada sino el que todavía manda más.

Así nos encontramos que en el Bierzo existe un enorme muro de lamentaciones al que recurren los ediles sin pensar, ni siquiera imaginar, que hasta es posible admitir ideas y consejos de gentes con experiencias o simplemente de aquellos llamados locos, por quienes son incapaces de ver un atisbo de razón en otro que no sea él mismo. Cansado estoy de decir que el síndrome de Hubris es demasiado común en la comarca berciana y que uniendo, se gana más que haciendo lo contrario, porque los de arriba….son, en definitiva, los que mandan y el vasallo debe conformarse con las migajas que deja caer su señor en el escalafón.

Insisto en que la crítica es más fácil que el trabajo, pero si éste está remunerado lo menos que puede hacer el que percibe un sueldo a fin de mes es, cuando menos devanarse los sesos en busca de rentabilizar lo mucho o poco de que disponga la población gobernada y si no es así, marcharse para su casa como indican los más elementales principios de ética.

Particularmente y teniendo en cuenta estos tiempos de crisis, se me ocurre sugerir, la unión de pequeños municipios, que si no es física, por lo menos colaboracionista y de esta manera hacer que los costes sean menores y las ayudas entre vecinos eficaces como lo son entre los pocos habitantes que ya quedan en pueblos y aldeas de alta y baja montaña. Eso sería lo más lógico, pero también lo más impensable, puesto que los altos ‘mandamases’ podrían llegar a conocer de cerca la rebelión de los vasallos y esto no conviene ni al partido ni a quienes lo dirigen, así quedejemos que los corderitos pasten en el prado mientras no venga una sequía a quien echar la culpa de todos los males, incluso el de la despoblación rural.

Es absurdo pensar, que dos municipios separados por mil metros en línea recta, como lo son Corullón y Villafranca, no se unan en una iniciativa común y pongan en valor su riquísimo patrimonio monumental, ya que sólo en arte románico atesoran entre estas dos poblaciones, seis iglesias, aparte de dos castillos y comparten un mismo río que en otros tiempos no muy lejanos eran visitados por infinidad de pescadores venidos de todas partes y que, a día de hoy, se cuentan con demasiada facilidad.

Es inconcebible pensar que ambos municipios no comparten servicios comunes como de basuras y otros que aliviarían en gran manera los costes de sus arcas municipales. Es lamentable que en los días de fiestas patronales, ni siquiera se hagan invitaciones para tomar una simple copa o salir presidiendo las procesiones. Es impensable que entre estos dos municipios, que pongo como ejemplo, ya que desgraciadamente existenmuchos más, no se coordinen iniciativas de tipo turístico, deportivas o de otro tipo como servicios de obras o compras conjuntas.

Naturalmente, aquí llegamos al talón de Aquiles. Ambos municipiosson gobernados y teledirigidos por partidos políticos de ideas distintas y quien se mueva puede que no salga en la próxima foto, máxime si el candidato en cuestión, no ha rendido la correspondiente pleitesía y vasallaje a su señor. Pero esto me recuerda, que la desgraciada Guerra Civil que todos los españoles, hemos sufrido los republicanos y nacionales, hasta jugaban partidos de fútbol o se deseaban felices Pascuas a través de las trincheras, hasta que los jefes decían de mala uva: ¡¡Ahora toca….matarse¡¡
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