21/06/2022
 Actualizado a 21/06/2022
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Hoy es uno de esos días en los que sobran temas para escribir. Y no solo por las elecciones andaluzas, que también afectan al resto de los españoles. Los resultados han sido para algunos motivo de amplia sonrisa y para otros causa de honda tristeza y depresión. Luna de miel para algunos y tiempo de duelo para otros. De momento no hacemos más comentarios.

Lágrimas sentidas las de las buenas gentes de Aliste y de otros pueblos de la Sierra de la Culebra al contemplar con desolación sus bellos bosques convertidos en cenizas. Precisamente hace un par de meses se inauguraba en Alcañices una exposición de arte religioso, del estilo de las Edades del Hombre: ‘Salus. La Iglesia en Aliste y Alba’. El fuego ha producido grandes destrozos materiales, pero nos alegra saber que hay una riqueza espiritual que las llamas no han podido devorar. Si pueden, hagan un esfuerzo por ver la exposición.

Queremos adivinar que la entonces menor de edad que sufrió abusos en la Comunidad Valenciana pueda sonreír ahora al ver que se está haciendo justicia con ella, después de tantas humillaciones, como ser llevada esposada ante los tribunales, aun siendo ella la víctima. ¿Llorarán de rabia las feministas que jamás la defendieron, que no han dado la más mínima condena a sus verdugos?

Tristeza y desolación nos ha producido la noticia del derrumbamiento de uno de los viaductos de la A-6 en las proximidades de Vega de Valcarce. Nos alegramos de que no haya habido ninguna desgracia personal.

La pasada semana morían dos obispos eméritos casi centenarios: Don Gabino Díaz Merchán, arzobispo emérito de Oviedo durante varios años Presidente de la Conferencia Episcopal. Siendo niño vio cómo unos republicanos fusilaron a sus padres contra las tapias del cementerio de su pueblo y, sin embargo, nunca guardó rencor. Hombre sencillo, querido y dialogante, nada vanidoso. En cuanto a Don Antonio Montero, el primer arzobispo de Mérida-Badajoz, gran periodista que desempeñó un papel importante en su momento. A el debemos un importante libro, su tesis doctoral, sobre la persecución religiosa en España, referencia imprescindible para una seria memoria histórica. Nos alegramos de su buen hacer. Descansen en paz.

También nos alegra el nombramiento de Don Luis Argüello como nuevo Arzobispo de Valladolid, persona muy preparada, sencillo, claro y competente, sin desmerecer a su predecesor, el cardenal Ricardo Blázquez, buena persona, sabio, humilde y cercano, a quien deseamos larga vida e incluso aun fecunda labor pastoral.
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