Laciana apuesta por el oso pardo para atraer el 'turismo verde'

El Ayuntamiento de Villablino ha solicitado a la Junta de Castilla y León unos puntos fijos para el avistamiento de osos de una forma regulada

Estefanía Niño
04/09/2016
 Actualizado a 17/09/2019
Imagen de archivo de osos pardos cantábricos. | ICAL/FOP
Imagen de archivo de osos pardos cantábricos. | ICAL/FOP
El turismo sostenible o turismo verde es una variante para disfrutar del tiempo de ocio que, durante los últimos años, está experimentando un importante auge. Conscientes de esta realidad, en el Ayuntamiento de Villablino quieren aprovechar los recursos existentes para hacerse un hueco en este tipo de turismo y por ello han solicitado a la Junta de Castilla y León ser zona de avistamiento regulada del oso pardo cantábrico.

El alcalde de Villablino, Mario Rivas, indicó que «hemos solicitado a la Junta unos puntos fijos para avistamiento de osos, nos parece que es uno de los potenciales que tenemos que explotar aquí a través del turismo, unos avistamientos que estén regulados». Para el regidor lacianiego está declaración podría ser un aliciente más para visitar el municipio, «creemos que la Junta debe atender nuestra petición por la importancia que puede suponer para nosotros, y para que de alguna manera se regule y no se beneficien empresas que no tienen ningún tipo de regulación».

Existen claros ejemplos de lugares marcados para los avistamientos de osos en zonas como Asturias. Como ejemplo está el caso de Somiedo, donde cada vez  es más demandado el turismo osero. Ésta es la segunda vez que el Ayuntamiento de Villablino hace la solicitud a la Junta, ya que la primera fue denegada por el Ejecutivo autonómico, según precisaron fuentes municipales.

Lo cierto es que durante los últimos meses el oso ha perdido cualquier tipo de miedo al hombre y se pasea «como Pedro por su casa» en varias zonas de Villablino. Así, los vecinos indicaban que «hay un macho joven y una hembra con cría que vienen a por los frutales, primero por las cerezas y ahora atraídos por las ciruelas».

Por ello, no es extraño avistar a estos ejemplares cada vez más cerca de los núcleos de población, como es el caso de El Villar de Santiago o San Miguel de Laciana. 
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