La voz de las cuencas

Los municipios mineros salen al paso del informe del Tribunal de Cuentas afirmando que algunas de las ayudas a la reindustrialización no se pudieron gestionar de forma irregular simplemente porque nunca llegaron, y que deben estar presentes en los órganos de decisión

Los municipios mineros son los que mejor conocen las necesidades del territorio que se quiere reindustrializar
15/02/2020
 Actualizado a 15/02/2020
La noticia de que el Tribunal de Cuentas destacaba en uno de sus informes el mal uso que se ha hecho históricamente en las provincias mineras de los fondos destinados a la reindustrialización y a la búsqueda de un desarrollo alternativo (lo que, por otra parte, todo el mundo ya sabía) ha generado un gran revuelo. Mientras se sigue debatiendo sobre la conveniencia o no de haber cerrado las minas en el momento en que se cerraron, si las ayudas ahora tienen que compensar a los que cumplieron las órdenes europeas o los países que siguen teniendo a miles de trabajadores en el sector, el destino de aquellos fondos mineros evidencia otra oportunidad perdida para esta tierra, otro tren que pasó de largo en el que tuvieron responsabilidad no sólo los políticos, sino también los propios empresarios mineros y los particulares que se aprovecharon de esas ayudas en su beneficio personal. Sin embargo, cuando se trata de cifras tan estrastosféricas, la guerra está servida, y ayer desde la Asociación de Municipios quisieron destacar el hecho de que el informe del Tribunal de Cuentas se centra en las ayudas recibidas hasta 2005, y que muchas de ellas no se pudieron emplear mal porque simplemente no llegaron. En otros casos, fueron destinadas a autovías de la meseta o se incluyeron en los presupuestos autonómicos para esta provincia, cuando deberían haber sido complementarias de los presupuestos ordinarios.Los municipios mineros, como siempre, piden que se les escuche. ¿Tan difícil es?
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