La visión de Roig

Hace una semana el Villarreal C.F. se proclamó campeón de la Europa League en Gdansk. Y todos, de una u otra manera, nos sentimos parte de ese submarino amarillo. Pasados los primeros días de jolgorio y celebraciones llega el momento de analizar el cómo y el por qué de este título. Y es que este título europeo es algo más que la primera Europa League en la ciudad de Vila - Real, es el éxito de una gestión encomiable, un trabajo en equipo con conocimiento, la visión de un éxito y la demostración de que la modestia como club no va reñida con el descaro en el verde. El Villarreal es el ejemplo de que no importa lo que tengas enfrente, ya sea un todopoderoso trasatlántico –como es el Manchester United– que si tienes una estrategia que seguir pensada, estudiada y analizada tienes infinidad de posibilidades de alcanzar la meta. Jugadores, equipo técnico (no podemos denostar a Unai Emery, otra final más; otro título más) pero sobre todo, el culpable de este éxito es Fernando Roig. Un presidente y empresario capaz de crear una comunión perfecta entre jugadores, junta directiva y afición, algo casi inaudito en términos futbolísticos. Si analizamos a Fernando Roig lo que más le puede definir son los sustantivos visión y estrategia. Hace más de dos décadas invirtió en el Villarreal cuando el recinto tenía capacidad para 8.000 espectadores y solo 4.000 abonados. Roig visionó, creó y gestionó un proyecto deportivo a largo plazo y sentó las bases de una estrategia que le ha llevado al pódium europeo años después.

Roig es la demostración para otros gestores (que no presidentes) de equipos como la Cultural u otros tantos de nuestra geografía, del camino que deben seguir: crear un proyecto deportivo, generar y gestionar una estrategia que lleve a su consecución. Y, por supuesto, rodearte de los mejores y dejarles hacer. Después, los Gerard Moreno o Pau Torres saldrán solos.