El partido Ciudadanos, de esta comunidad ha visto cómo ha saltado a los medios de comunicación estatales, pero no precisamente por un dechado de gestión política, sino por un auténtico fiasco digno de un sainete y que deja muy a las claras que el partido de Rivera es Rivera y poco más.
La decisión, precisamente del propio Rivera, de recoger los restos de partido Popular y Partido Socialista, demostrando que carecen de banquillo, ha dejado bien a las claras que no tienen ningún empacho en recoger restos del partido Popular auténticamente denostados, trasnochados y con sombras de sospecha, como acontece con la ínclita Silvia Clemente, que ahora se apunta al naranja de ciudadanos cuando lleva 20 años viviendo en azul y medrando por la política autonómica incluso en puestos tan relevantes como consejera o presidenta de las Cortes, que no es moco de pavo.
Pero este desembarco de la vieja política en lo que decían era la regeneración política, ha tenido el final esperpéntico de la votación de unas primarias en las que cualquier tonto, por muy tonto que fuese, se daría cuenta al momento que si tienes mil electores no puedes 1.050 votos, y esto que parece una obviedad de Perogrullo, resulta que no se dieron cuenta hasta que alguien lo denunció y ahora resulta que pretenden hacer ver un mérito en ese fastuoso descubrimiento, cuando lo único que demuestra es un auténtico fiasco de un partido de opereta. Supongo que habría que ver la cara de escultura pétrea que se le quedaría a la señora Clemente que contaba con el aval del aparato del partido de Rivera y que ahora se queda en fuera de juego junto con los cuatro concejales del Ayuntamiento de León de Ciudadanos que, como guardia pretoriana en León de Rivera, avalaron, votaron y se significaron en favor de la vieja política que llegaba.
Lo más leído