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La vida en tres canciones

08/01/2020
 Actualizado a 08/01/2020
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Hoy he recordado a Luis Eduardo Aute, no por casualidad. Pintor, poeta, compositor, intérprete, filósofo… y muchas más cualidades, entre las que no faltaba el buen humor. Aquellas canciones satíricas, como la de ‘Adiós Inés de Ulloa…’ en cuya cinta venía otra, bastante asquerosa, llamada ‘grano de pus’, y comparaba la situación de España con un forúnculo, dispuesto a reventar. A este punto hemos llegado y la canción de Luis Eduardo, es como una profecía en la que ya no hay sitio para el humor.

Cada vez que Aute reaparecía, sus canciones se convertían en grandes éxitos, por su peculiar forma de cantar, como con desgana, tanto por la melodía, como por la cercanía de sus letras. Siempre poniendo el dedo en la llaga, entre el amor y el desengaño. Me encanta y me identifico con las ‘Cuatro y media’. Donde se despide de su chica, de «labios como de papel», para no faltar a clase de francés. Idioma al que tanto tiempo dediqué. Pero, dejando al margen lo personal. Vinieron las de «cine, cine, cine…» Y la más escuchada: «Esa mujer… o te la cambio por dos de quince…» que, de haber sido compuesta hoy, se vería proscrita por las ultra-feministas o la dictadura de ‘lo políticamente correcto’. Machista, pederasta o vaya usted a saber.

Cambiando de género, quizá llegó a su punto más alto cuando, conmovido por las ejecuciones del ‘Proceso de Burgos’, compuso ‘Al alba’. Una elegía, contra la pena de muerte y los fusilamientos pronunciados por dicho proceso. El 27 de septiembre. Al alba. Cuando las balas rompen el silencio y alzan el vuelo los pájaros, como las vidas segadas. Una sucesión de imágenes y metáforas sombrías que sólo algunos entendimos. España estaba convulsa ante el horror. Y el mundo civilizado presa de estupor por la impensable crueldad. Una estrofa de la canción decía: «El día que se avecina viene con hambre atrasada».

Ya en el presente –hablando de hambre– vemos cómo se fragua un gobierno anti natura. Un aquelarre donde hasta los que se odian, se ponen de acuerdo con el único propósito de destruir España. Después de tanto intento, tanta espera… nos asalta la inquietud porque –ahora sí– vienen con hambre atrasada. Y esto no es poesía. El canta-autor, como un vate, lo predijo: «Un grano de pus dispuesto a reventar».
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