La presidenta del Consejo Regulador, Misericordia Bello, apunta que tras sufrir mermas de cantidad por distintos motivos como las heladas primaverales o el granizo durante los últimos tres años, las condiciones meteorológicas de este ejercicioson óptimas para la maduración de la uva y el buen tiempo hace que la vendimia se desarrolle en muy buenas condiciones, lo que confirma una perspectiva y un enfoque muy bueno para la calidad y cantidad del fruto.
Bello recordó que el verano «seco y caluroso» provocó que la uva tuviera necesidad de agua, un problema que se solucionó con una «lluvia oportuna» a mediados de agosto. «No se puede pedir más», resumió la presidenta de la DO, que confió en que el buen clima, con «mañanas frescas» que facilitan la tarea a los viticultores, acompañe al resto de los días de la campaña de recogida.
No obstante, aunque en el campo y en las bodegas el trabajo transcurre «sobre ruedas», la vendimia de este año está marcado de forma radical por la pandemia del coronavirusy por los efectos en la economía del sector.
Precisamente uno de los efectos más destacados en la propia campaña de vendimia es la dificultad para cubrir la cantidad necesaria de temporeros para desarrollar la recogida en el tiempo y condiciones óptimas.
Por ejemplo, la cooperativa Vinos del Bierzo de Cacabelos, con concentra acerca de mil socios, empieza mañanala vendimia y la recepción de uva en los lagares con la necesidad de incorporar aproximadamente un centenar de recolectores para los días más fuertes de la campaña, la semana próxima. En total, tienen la previsión de alcanzar los cinco millones de kilos de uva en sus viñedos, pero todo dependerá de cómo evolucione la situación en los próximos días.
El gerente,Ángel Gómez, explica que la situación ha reducido a mínimos el número de temporeros extranjeros que habitualmente se desplazaban al Bierzo para la campaña. Justo a esta circunstancia, la mano de obra local se solapa con la recogida de fruta, que aún permanece activa, ya que tras la recolección de pera conferencia, que comenzó en agosto, estos días se recoge el grueso de manzana reineta.
Otro de los efectos duros de la pandemia en el vino del Bierzo, según admite la presidenta de la DO, esla «incertidumbre» entre los bodegueros y viticultores con respecto a las ventas de vino embotellado, tras sufrir una caída del 20 por ciento hasta el momento.
Desea la presidenta que «no se pare el consumo otra vez, porque el cierre de los canales de hostelería y restauración nos hace mucho daño», reconoció. Aunque mostró un punto de optimismo respecto al último trimestre del año. «Si en otoño se recuperan las ventas, podremos hablar de año redondo», con la buena cosecha de estey la reciente calificación de ‘Excelente’ para la cosecha embotellada de 2019.