La varita y la batuta se unen con fines solidarios

Harry Potter en formato de concierto teatralizado regresa al Auditorio Ángel Barja para protagonizar este viernes una última representación que volverá a tener carácter benéfico

Joaquín Revuelta
21/03/2018
 Actualizado a 17/09/2019
La música y el teatro se unen para dar forma al concierto benéfico inspirado en las películas de Harry Potter. | MARCELO ÓSCAR BARRIENTOS
La música y el teatro se unen para dar forma al concierto benéfico inspirado en las películas de Harry Potter. | MARCELO ÓSCAR BARRIENTOS
El pasado 30 de junio comenzaban en el Conservatorio de Música de León los preparativos de un montaje musical basado en el célebre personaje de las novelas de J.K. Rowling, Harry Potter, llevado posteriormente y con igual éxito a la pantalla grande. Nueve meses después este concierto teatralizado se despide del público con una última puesta en escena que tendrá lugar este viernes a las 20:00 horas en el Auditorio Ángel Barja con una finalidad solidaria, como ya sucediera con las dos representaciones anteriores en el Auditorio Ciudad de León a beneficio de la Asociación Auryn, que tendrá en esta ocasión como destinatario a Rotary Club de León y más en concreto a un proyecto solidario en Guayaquil (Ecuador), por lo que desde hace días ya están a la venta las entradas, al precio de 5 euros, en Sanyclima (calle Rúa, 43).

Lourdes Fernández Llamazares, profesora del Conservatorio de Música de León, es la responsable de la dirección musical de este montaje protagonizado por alumnos, padres y profesores del centro que desempeñan tanto labores actorales como interpretan las bandas sonoras compuestas para las diferentes películas de la saga por John Williams, Patrick Doyle, Alexandre Desplat y Nicholas Hooper. «Es un espectáculo destinado al público familiar y a todos los fans de la saga de Harry Potter, que resume en poco más de hora y cuarto las ocho películas, donde pretendemos establecer un paralelismo entre la estancia del personaje de ficción en Hogwarts y el paso de nuestros alumnos por el Conservatorio», comenta Fernández Llamazares, para quien más allá de los conocimientos musicales que se puedan aprender se establecen unos vínculos emocionales que en cierto modo también están presentes en la función.

Alrededor de sesenta personas, 38 músicos y una veintena de actores, son los encargados de materializar un espectáculo de largo recorrido que se creó –comenta Fernández– con la intención de motivar a los alumnos. «Soy profesora de violín en el Conservatorio y tuve la suerte de coincidir con dos personas maravillosas que tienen una larga experiencia en el trabajo teatral con niños, como son Ana Rocío Madruga y Vanesa Hernández Gil, que se han hecho cargo del guión adaptado y de la dirección artística. También ha colaborado de una manera especial el compositor de música de cine, Juan Carlos Casimiro, que dirige el Departamento de Composición del Conservatorio de Gijón y es quien ha adaptado las piezas de los diferentes compositores que han intervenido en la exitosa saga cinematográfica».

El concierto teatralizado sobre Harry Potter tuvo su estreno oficial el 22 de diciembre de 2017 en el Auditorio del Conservatorio con un lleno total, que se ha venido repitiendo en las siguientes representaciones, como la que tuvo lugar en enero, también en el Conservatorio, en colaboración con la Escuela de Idiomas de León, y las dos funciones del pasado 12 de febrero en el Auditorio Ciudad de León que tuvieron una finalidad social, solidarizándose en aquella ocasión con la labor desarrollada por la Asociación Auryn, mientras que el concierto de este viernes tendrá como beneficiario a Rotary Club de León con un proyecto que se desarrolla en Guayaquil.

Lourdes Fernández Llamazares se muestra muy satisfecha de la respuesta que el público ha tenido hacia este montaje que se despide definitivamente este viernes con una última representación en el mismo escenario que lo vio nacer tres meses antes. «Hemos llenado todas las sesiones, incluidas las dos del Auditorio Ciudad de León, y por mi parte solo puedo manifestar mi profundo agradecimiento a todas las personas que han colaborado con este proyecto y a un público que se ha mostrado tan receptivo con esta función, hasta el punto de que niños de tres años que han acudido a varias de las representaciones no han pestañeado y han seguido muy atentamente las vicisitudes del joven mago».
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