03/12/2019
 Actualizado a 03/12/2019
Guardar
Un mes antes, las luces navideñas brillan esperando a que lleguen las buenas intenciones envueltas en papel de regalo, a la vez que asistimos a los diferentes actos para celebrar lo ocurrido en León en el transcurso del año, haciendo balance de lo positivo y dando la espalda a la realidad del momento. Unos minutos son más que suficientes para visibilizar, sentados en filas prietas, la cantidad de festejos y folclores que hemos asistido durante el año. Si no tuviésemos memoria, daría la sensación que hemos estado en una celebración continua de excesos agradables, disfrazados de lentejuelas y exagerados catering, que suelen poner punto final al espectáculo, asintiendo lo maravilloso que somos y lo bien que hemos vivido. En nuestra retentiva queda el flash de lo ocurrido, deseoso que en poco tiempo se borre de nuestro cerebro.

Queda casi un mes para despedir el año y siento el deseo, aunque sea en el último minuto, de brindar por fin, por un gobierno estable y seguramente más moderado de lo previsible, de progreso social y sensible con lo diferente y lo diverso, un gobierno que no le tengan que cantar y señalar «que el violador eres tú». Que esté dispuesto a escuchar con atención los problemas territoriales, de un mapa mal diseñado. Por un lado con los nacionalismos exigiendo más para ellos mismos y por el otro, el reflejo insultante de las grandes urbes y aquellas en proyecto de serlo, que sin disimulo se creen las capitales de la España insolidaria, aumentando sin escrúpulos su población y la calidad de sus servicios, a costa de deshabitar y silenciar la otra, ‘la vaciada’. En nuestra Región y en nuestro León, crece el malestar político y social, porque las cosas no suceden por sí solas, el transcurso de la historia reciente marca la ruta de nuestra desaparición, la historia tiene culpables, tiene nombres y apellidos. Estamos a tiempo de revertir la situación y garantizar la democracia desde el marco constitucional, desde el respeto a España, siempre y cuando esta España nos respete a todos.
Lo más leído