La Unidad de Ictus del Hospital recibe 450 pacientes cada año

Desde Aspaym alertan de que lo más importante para los afectados es iniciar la rehabilitación lo más rápido posible

Sergio Jorge
29/06/2015
 Actualizado a 15/09/2019
El trabajo que se realiza en organizaciones como Aspaym es vital para recuperarse de un ictus. | MAURICIO PEÑA
El trabajo que se realiza en organizaciones como Aspaym es vital para recuperarse de un ictus. | MAURICIO PEÑA
La Unidad de Ictus del Complejo Asistencial Universitario de León nació en 2005 como una experiencia piloto en la comunidad pero se ha consolidado como una de las referencias de toda Castilla y León para salvar y proteger a todas las personas que sufran este tipo de dolencias. De hecho, según explica el responsable de este departamento del Hospital de la capital, Javier Tejada, "se atienden a 450 pacientes al año".

Adscrita al servicio de Neurología del Hospital, esta unidad tiene actualmente seis camas, cinco de ellas con monitorización, y está en uno de los extremos de la sexta planta del Virgen Blanca. Allí el acceso es restringido puesto que los pacientes tienen que tener un especial cuidado, ya que muchos de ellos están varias jornadas en observación mientras se les hacen las pruebas pertinentes para dilucidar qué tipo de ictus tiene y cuál es el mejor tratamiento para acabar con él.

Pero si hay algo importante para que el paciente pueda superar el ictus y, lo que es aún más relevante, pueda tener el menor número de secuelas posible, es el tiempo que transcurre entre que se producen los primeros síntomas y su traslado al Hospital.
"La principal recomendación es que hay que ir al servicio de Urgencias cuando se tienen los síntomas", explica Tejada, que define un ictus como "una enfermedad bascular cerebral aguda", que se produce después de que "un vaso sanguíneo se obstruye por un trombo".

Sin duda una de las claves para lograr una mejor recuperación con una posterior rehabilitación es el tiempo de intervención. Ylas primeras tres o cuatro horas determinarán en buena medida la evolución del paciente. Porque antes de ese tiempo el paciente "es susceptible de que no tenga secuelas". A partir de cuatro horas y media, "se puede intentar deshacer el coágulo con un tratamiento farmacológico, y a partir de ocho horas se intenta con una extracción mediante un catéter". Así lo afirma el doctor Tejada y también así lo consideran desde Aspaym, la asociación que con sede en León también ha creado el programa ‘Ictia’ con el que se ayuda a los pacientes con este tipo de patologías.

En cuanto se producen dos síntomas hay que llamar al 112 para que se pueda tratar a tiempo y sea más fácil la rehabilitaciónEl director general de Aspaym, Julio Herrero, alerta en primer lugar de los síntomas que se pueden detectar en una persona que va a sufrir un ictus:"Pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo, pérdida de sensibilidad en cara o extremidades, alteraciones del lenguaje, del habla o de la comprensión, alteraciones bruscas de la visión, vértigo de inicio brusco asociado a otro de estos síntomas y dolor de cabeza". "Si hay dos de esos síntomas, hay que llamar al 112 urgentemente", explica Herrero, puesto que así se puede atender de inmediato al paciente.

Además señala que según las investigaciones y las estadísticas con las que cuenta esta organización, a un 10% de la población le va a dar en algún momento un ictus. Sólo en Castilla y León se producen 5.000 ictus al año, y en todo el mundo han aumentado los casos de esta patología un 25% en la población de entre 20 y 64 años.

Destaca además que los casos más frecuentes son en la población de entre 60 y 70 años, y un 0,5% se produce en los menores de 20 años.

Tejada describe cuatro momentos básicos para el paciente:prevención primaria, que es la que se encarga de vigilar a los enfermos con patologías cardiovasculares de riesgo como "hipertensión, diabetes, colesterol elevado, enfermedades cardiacas, sedentarismo y tabaquismo";la prevención secundaria, destinada a "las personas que ya han tenido un ictus, para que luego no vuelva a darle";el tratamiento y la rehabilitación. Por eso es tan importante cuándo actuar ante un ictus, pero también cuándo empezar la recuperación del afectado.

Ahí entra en juego Aspaym, puesto que la asociación se ha especializado en la rehabilitación de personas con daño cerebral gracias a un equipo multidisciplinar que ayuda al paciente en las diferentes facetas que han podido quedar dañadas tras el ictus. Yes que, tal y como señala Herrero, "la fase aguda no tiene continuidad en la Sanidad de Castilla y León", puesto que muchos pacientes "después de uno o dos meses no saben qué hacer". "Si el Sacyl no les da continuidad en los centros concertados, que acudan a Aspaym, que empezaremos a trabajar con ellos", agrega.

Aspaym advierte de que la recuperación de pacientes tiene un gran éxito si se inicia nada más recibir el alta, antes de medio añoLos primeros seis meses son vitales para marcar la buena recuperación de los pacientes, ya que justo en esta época son los momentos en los que más avances se pueden lograr. "Hay que dar un tratamiento precoz tras salir del Hospital", insiste Herrero, que deja así claro que los pacientes no pueden volver a casa y olvidarse de que es posible recuperar la movilidad, el habla o la comprensión. "También ayudamos al entorno familiar", destaca.

"Un programa de rehabilitación adecuado contribuye a que el paciente recupere su autoestima y puede ser la diferencia entre una situación de autonomía y el confinamiento", señala Julio Herrero, quien aclara además que "con la ayuda de estos programas, transcurrido un año desde el ictus, un tercio de los pacientes que lo superan vuelve a su trabajo anterior, la mitad no necesita ninguna ayuda para sus actividades cotidianas, el 20% necesita ayuda sólo en determinadas situaciones y otro 20% es dependiente en mayor o menor medida".

En este tratamiento integral para el paciente, los planes de Aspaym van más allá, puesto que pronto se pondrá un marcha un centro de día en su sede en León, en donde tendrán especial relevancia los afectados por ictus, así como la creación de una ortopedia.

"Vamos a crear un equipo que analice cada paciente y luego venderemos los productos», explica la directora de los centros de fisioterapia de Aspaym Castilla y León, Anabel Pérez. Se trata por tanto de asegurar que el afectado reciba el producto que necesita, "sin que le suponga un coste añadido y que no tenga que comprar una silla de ruedas de 3.000 euros cuando a lo mejor le vale con una de 300 euros".
Lo más leído