La 'única mina abierta' nunca produjo carbón y está en Madrid

La mina Marcelo Jorissen está en el corazón de Madrid, debajo de la Escuela de Minas de la capital. La construyó ‘El Belga’, padre de la minería en Laciana, cuando era decano de la Escuela para las prácticas de los alumnos. En la actualidad es un poco conocido museo

Fulgencio Fernández
08/12/2020
 Actualizado a 08/12/2020
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A quien pasee por el centro de la capital de España —la calle Ríos Rosas en Chamberí, muy cerca de La Castellana— y conozcan algo de la historia de la minería les sorprende encontrar el típico castillete que ‘anuncia’ la cercanía de un pozo, de una explotación minera, lo que no parece habitual en Madrid.

Y, sin embargo, Madrid tiene su mina de interior y, curiosamente, es una de las pocas de España que sigue abierta —aunque la pandemia sí tiene cerrada su actual utilidad como museo— y lleva el nombre de un ingeniero muy vinculado a León, Marcelo Jorissen, apodado El Belga y considerado el ‘padre de la minería de Laciana’.

Aunque no es menos cierto que esta mina jamás produjo carbón, aunque sí ayudó a la producción en otros muchos lugares pues su utilidad era precisamente para la formación de los futuros ingenieros de minas que se estaban formando justamente ‘sobre’ la mina Jorissen, en la histórica Escuela de Minas de Madrid. «Esta mina experimental tardó en construirse cuatro años (1963-1967). Se trata de una iniciativa del que fuera el director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía, Marcelo Jorissen, que la mandó construir en la década de los 60. El único objetivo de este amante de la educación era que sus estudiantes tuvieran la oportunidad de realizar prácticas en sus especializaciones sin tener que salir del propio centro de enseñanza y con unas medidas de seguridad controladas. También es necesario recordar que en Madrid escasean los yacimientos mineros».

Así se explica en la propia página de la Escuela la historia de esta singular explotación, incluida a su vez siempre dentro de las «rutas de curiosidades» de la capital de España. Cristian Peña, coordinador del museo de la Escuela de Ingenieros de Minas, recuerda que en la actualidad está dedicada a museo, en el que se puede comprobar y conocer cómo «se montaba la ventilación de los pozos, fundamental para combatir el gran enemigo de muchas minas, el grisú; también como son los accesos, con un plano inclinado, el pozo al fondo; la iluminación, que debe estar totalmente aislada para que no provoque explosiones; y elementos de trabajo, como una vagoneta de carga de carbón, otra con madera para el posteo aunque con el tiempo se fueron sustituyendo por cuadros metálicos...».

Domingo Marín, profesor de la Escuela, explica que «Se trata de una imitación de lo más verosímil de una mina real, incluso se introdujeron elementos procedentes de verdaderos yacimientos como pueden ser los vagones o el castillete que se puede apreciar desde el exterior. También se cuidó detalles como la humedad o la iluminación para que se pareciera lo máximo posible a una mina de verdad. Lo único de lo que carece es de un verdadero yacimiento, ya que en el suelo del barrio de Chamberí no hay minerales de interés».

Una mina, en definitiva, que alcanza los 25 metros de profundidad y los 50 de longitud. La galería no pudo hacerse más larga y profunda pues ya se acercaba a los túneles de la línea 1 del Metro de Madrid.

Explican desde la propia Escuela de Minas que «los años de oro como centro de prácticas para nuestros estudiantes llegaron a su fin.La tecnología y las técnicas de minería han avanzado mucho, tanto es así, que las medidas de seguridad de la mina experimental se han quedado obsoletas y ya no representan las condiciones que los alumnos se encontrarían en una mina real». Actualmente la mina de Ríos Rosas se utiliza únicamente como museo y son muy pocos los afortunados que consiguen bajar a ella. Generalmente suelen ser estudiantes de Educación Primaria o Secundaria.

Marcelo Jorissen, ‘El Belga’


La mina sirve a su vez para que no se olvide la historia de un personaje fundamental en la minería leonesa, especialmente en la lacianiega: Marcelo Jorissen, El Belga, un personaje cuya importancia estudió el lacianiego Víctor del Reguero y llevó a su libro ‘Las gafas de El Belga’, de quien recuerda: «Marcelo Jorissen Braecke (1897-1984), fue el alma máter de la empresa Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) y excepcional Ingeniero de Minas, artífice del desarrollo industrial de Laciana y El Bierzo durante el pasado siglo. Jorissen, llegado a Laciana en el año 1922 al finalizar sus estudios en Madrid, se casó pronto en esta tierra, afianzando para siempre sus vínculos con ella, que llegó a sentir como propia y a la que estuvo vinculado hasta su muerte».

Sin olvidar su trascendencia para la minería fuera de Laciana, no en vano esta mina que lleva su nombre es juna idea suya cuando era el director de la Escuela de Minas de Madrid.

Un personaje para no olvidar.
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