La última sorpresa antes del altar

Despedirse de la soltería vuelve a ser la cita por excelencia antes de dar el 'sí, quiero'

M.I.
22/02/2019
 Actualizado a 11/09/2019
Interior del sex shop ponferradino en la calle Río Selmo, 8. | L.N.C.
Interior del sex shop ponferradino en la calle Río Selmo, 8. | L.N.C.
Despedirse de la soltería es un clásico que en los últimos años había bajado un poco el listón, pero, desde el sex-shop ‘No es pecado’, Adrián González, reconoce que vuelve a ser la cita por excelencia antes de pasar por el altar. Y se recupera también la intención de hacerlo por todo lo alto, incluso «con dos o tres días de celebración, compartiendo fin de semana en una casa de turismo rural, con actividades» reconoce. El Bierzo da mucho juego para esa posibilidad que sobre todo demandan los clientes de fuera. Los de casa lo que quieren, sobre todo «es que alguien se encargue de toda la organización y es lo que hacemos», explica González. Su oferta es «yo me ocupo de todo» y, así, pone en marcha la maquinaria para realizar despedidas completas que pueden empezar en una tarde de tupper-sex, un juego de productos sensuales que se presentan al grupo que celebra el fin de la soltería. Ese es el comienzo de un pack que continúa con una cena, un espectáculo y las copas finales. Reconoce González que en lo único que los clientes ponen su mano es en el espectáculo y ahí es donde más variedad encuentran al encomendarse a ‘No es Pecado’ «tenemos strippers, que son bailarines profesionales, con un espectáculo erótico y sensual muy profesional, con buen gusto». Otra de las opciones es la participación del humor ácido de las drag queen. Pero lo más novedoso y la apuesta segura para una despedida en condiciones son los actores infiltrados. González asegura que meter a un camarero enamoradizo o torpe, o un exnovio de la casadera sin que ninguno de los participantes lo sepa, asegura que la despedida tenga un toque rabiosamente desternillante. Pero además, asegura que no será el precio lo que eche para atrás a los clientes. Unos 55 euros por persona para eventos de una decena de participantes es lo que puede costar un pack completo. ¿Quién da más?
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