La última de Mary Wilson (II)

2. Rivendel (Astorga – Maragatería)

Se desconoce a ciencia cierta (e incierta también, todo hay que decirlo) si es la sed de vengar el latrocinio o la mera querencia a la cochambre lo que instiga la manía persecutoria de Gollum para con los sucios rastreros hobbits. Un poco de ambas, quizá, porque un agua va pidiendo a gritos la criatura. O dos.

Sea como fuere, arrastrado por el poder del Anillo Único y con más mugre encima de la que resulta
tolerable en tiempos de pandemia, decidió continuar su desescalada en busca de ayuda rumbo a casa de Elrond, Señor de Rivendel, de los Peredhil de toda la vida. El del pelazo y la magia en su melena. Porque todo el mundo sabe que los elfos son tope pro en esto del desconfinamiento: a ver si no es por usar mascarilla por lo que se les han quedado así las orejas. Ustedes me dirán.

Todavía medio lelo por el Síndrome de la Cabaña no acertó a distinguir la cruda realidad. No era Rivendel sino el Palacio Episcopal de Astorga donde se encontraba. No halló por tanto elfos ni criaturas de los bosques entre sus paredes. «Habrán partido a las Tierras Imperecederas de Valinor, que se estará más fresquito», pensó. «Claro. En la fase tres ya se podía viajar entre provincias».

(Continuará…)