La última de Lucía Martínez (I)

Cámara en ristre, esta fotógrafa nos lleva de viaje a Marruecos para descubrirnos, a través de la foto y la palabra, la vida de contrastes

Lucía Martínez
14/07/2020
 Actualizado a 14/07/2020
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Marruecos (I)


Vida de contrastes

Ella, centrada en su muñeco que paseaba sobre una escoba con un bote de refresco. Yo, mirándola desde una cámara que había viajado a Marruecos para abrir ojos a otras culturas. Ella, feliz entre la nada, sola en su juego de infancia, conviviendo con las moscas que acribillaban a sus hermanos sin que se dieran cuenta de lo que contaba aquella estampa para el viajero. Formaban parte de una familia de once que compartían cuatro metros de adobe. Y dentro, otra niña preparaba mesa con té y frutos secos para los que venían. Yo, entre el gracias y el lo siento. Solo buscaba aquella foto en un pueblo nómada y había conseguido una bienvenida sin reproches, que me agradecía estar allí con todo, desde la nada. Entre los mocos a escape libre y el toqueteo de mi cámara digital, los niños sabían de felicidad, mientras yo lamentaba las carencias. Era, más que una imagen, un contrate de sensaciones noqueantes. Yo, vuelvo a casa y miro la foto entre esa nostalgia y un abrazo. Ella, tal vez hoy tenga otro peluche, pero su foto seguirá siendo la imagen de la felicidad.
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