En el texto se apunta que “los cribados realizados a la población universitaria, incluido el estudiantado, confirman la seguridad de los espacios académicos, la responsabilidad de los miembros de la comunidad universitaria y la profesionalidad de los trabajadores que forman parte de nuestros servicios de prevención. Los datos disponibles y objetivos muestran una incidencia significativamente por debajo del resto de la población. Y eso debe estar por encima de cualquier opinión interesada o imagen puntual. Los incidentes aislados y ocasionales que se hayan podido producir han sido corregidos de inmediato y, en ningún caso, reflejan la realidad de los campus universitarios”.
A este respecto conviene recordar que los test masivos realizados por el Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la ULE (SiveUle) en los campus de Vegazana (21 de noviembre y 16 de enero) y Ponferrada (18 de enero), han demostrado que la incidencia entre la comunidad universitaria es significativamente menor que la que afecta a la sociedad en general.
Baja incidencia de positivos en los test realizados en la ULE
El análisis de los datos del cribado realizado en el Campus de Vegazana e sábado 16 de enero ha señalado que de los 6.282 test efectuados 2.363 correspondieron a personas de la comunidad universitaria. Hay que recordar que el total de positivos detectados en ese cribado fue de 70, de los que únicamente 17 fueron de los universitarios. Por su parte, en el Campus de Ponferrada participaron 408 personas y se detectaron únicamente 3 positivos.En declaraciones realizadas por el responsable del SiveUle, Vicente Martín Sánchez, “la baja incidencia de positivos detectada en los test (0’72% en el Campus de Vegazana y 0’73% en el de Ponferrada), y la implementación de un protocolo de seguridad para la realización de los exámenes presenciales, nos permite indicar que los estudiantes podrán realizar las pruebas con suficientes garantías de prevención y protección ante los contagios. En la ULE tenemos un sistema de vigilancia único, -concluye-, que estará atento a cualquier cambio en las tendencias epidemiológicas”.
El manifiesto de la CRUE lamenta ‘profundamente’ que desde ámbitos gubernamentales y a través de Twitter “se haga eco a situaciones puntuales, olvidando el formidable trabajo realizado por los profesores, investigadores y personal universitario y el enorme esfuerzo de los propios estudiantes”, y se recuerda el enorme sacrificio que han realizado los equipos de gobierno y resto de la comunidad universitaria “para garantizar una docencia y una investigación de calidad”.
La presencialidad no es una cuestión anecdótica
“La presencialidad es el sello de identidad de la gran mayoría de nuestro sistema universitario, -señala el manifiesto-, no una cuestión anecdótica o un capricho de los rectores y rectoras, como se está trasladando implícitamente en algunos desafortunados mensajes que no hacen sino perjudicar el desarrollo de la enseñanza en unos momentos muy complejos a causa de la pandemia de la Covid-19. En los planes acordados con el Ministerio se articularon unos procedimientos y protocolos que se han cumplido con el máximo rigor y que contemplaban exactamente lo que se está haciendo ahora mismo: priorizar la presencialidad siempre que sea posible y las autoridades sanitarias no indiquen lo contrario”.Es por ello que se añade que el formato online debe ser el ‘último recurso’, aplicado “solo cuando las circunstancias lo hagan inevitable”. La realización de exámenes telemáticos conlleva la implementación de unas medidas extraordinarias y con complejas derivadas legales y técnicas en el ámbito de la protección de datos y la identificación de quienes se examinan.
El texto de la CRUE también reconoce que aprovechándose de estas dificultades y de las lagunas normativas que existen, “se han producido intentos de fraude”, de manera que con las pruebas presenciales “lo único que se pretende es proteger a esa inmensa mayoría de estudiantes que afrontan su formación con honestidad, transparencia y responsabilidad”.
En esta misma línea se explica que desde las universidades “se ha velado desde el primer instante por mantener intactos los principios de equidad e igualdad de oportunidades”, y se afirma que “jamás permitiremos que los y las estudiantes que han demostrado un comportamiento ejemplar, dentro y fuera de los campus, se vean perjudicados por quienes actúan con deslealtad hacia los valores de la Universidad”, al tiempo que se critica el ‘populismo y el mensaje fácil’, que ha provocado una presión, en algunos casos a nivel personal, que es injustificable e intolerable.
El texto al que se ha sumado la Universidad de León finaliza indicando que “nuestra responsabilidad trasciende del momento en el que estamos. Trabajamos para que esta generación termine sus estudios orgullosa de la formación que ha recibido. Mientras podamos evitarlo, no habrá una generación estigmatizada por la Covid-19, habrá una generación extraordinaria. Y quien no lo entienda, debería replantearse su posición”.