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La tumba del populismo comunista

19/03/2021
 Actualizado a 19/03/2021
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Si cada nochevieja el deseo de la mayoría de los españoles es que el año que entra, sea algo mejor que el que sale, esta pasada nochevieja creo que ese deseo ha sido unánime y todos albergábamos la esperanza de que este 2021 fuese algo más tranquilo y ‘normal’, pero a estas alturas queda claro que no tiene pinta de que este año pase a la historia como un año anodino y aburrido. Solo hay que fijarse en la política de los últimos días.

Las ansias de unos y las incoherencias de otros, han provocado una sucesión de acontecimientos, mociones, convocatorias de elecciones, designaciones y dimisiones que, si formasen parte de un guion de una serie de televisión, estaríamos pidiendo la cabeza de los guionistas por su falta de consistencia argumental.

El caso es que la polarización del ciudadano con la que algunos han jugado para su propio interés, está provocando que mucha gente a la que solo le importaba su situación personal, el bienestar de su familia y sus proyectos de futuro, ahora busquen algo más en los representantes políticos y en las siglas que les respaldan.

Hasta hace más bien poco, la izquierda era prácticamente la única que cogía banderas ideológicas que utilizaba para agitar a sus simpatizantes y cuyos dirigentes utilizaban para atacar a sus adversarios políticos. Los ciudadanos de centroderecha, más cómodos y hasta cierto punto perezosos, se ocupaban más de vigilar que la gestión de los políticos fuese correcta, sin meterse en muchos charcos.

A raíz de esa polarización a la que me he referido, la centroderecha española se ha visto atacada y acorralada, a medida que las políticas liberticidas y de pensamiento único sociocomunista se intentaban imponer sin consenso, con gestos y discursos de enfrentamiento más propios del siglo pasado.

Esto ha provocado que la gente de centroderecha busque en sus representantes políticos que no solo les hablen de economía, de gestión, de paro… sino que también tengan una ideología clara, que defiendan al individuo y que no tengan complejos al hablar de liberalismo y libertad, ante los postulados sociocomunistas que se intentan imponer desde una parte de la izquierda. También esto explica que un partido como Ciudadanos, esté asistiendo a su colapso acelerado ante la falta de unos pilares ideológicos sólidos.

La lucha por las ideas siempre ha estado muy presente en la sociedad, pero desde hace décadas se suelen imponer las ideas de la izquierda más radical. Ahora mucha gente del espectro político contrario apuesta por luchar también por sus ideas y, sobre todo, por la libertad.

Ahora esa libertad se disputa en el tablero político de las elecciones autonómicas de Madrid, por eso el vicepresidente Iglesias deja el Consejo de Ministros para presentar su candidatura, por eso simpatizantes de distintos partidos de centroderecha se unen entorno a Ayuso y por eso, en Madrid, se empezará a cavar la tumba del populismo comunista.
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