La tierra de los olvidados

El ‘comparador de desgracias’ se activa cada vez que pasa una. Es inevitable, a todos nos parece que la que nos pilla más cerca es siempre la más grave. Sin embargo, hay veces en las que los números y datos dejan claro que hay diferencias. Si las hectáreas quemadas en la desgracia de Zamora o en El Bierzo fueran en Valladolid, ya ni digo si sucediera en Madrid o Barcelona, la repercusión y las consecuencias serían otras.

Evitar que te salpiquen esas situaciones dramáticas en las que siempre se tiende a buscar un culpable concreto, aunque suelen tener muchos y ser todo más complejo, es mucho más sencillo cuando se producen en la tierra de los olvidados.

Y ahora la mismo la Región Leonesa está metida de lleno en ese grupo, en el que obviamente no está sola, siendo precisamente esos extremeños que también están sufriendo el fuego otros ‘socios de honor’ del triste pero amplio club.

Aquí no debe afectar la inflación ni subir la gasolina, puesto que la famosa medida de bonificación del transporte olvida a quien no viva en una gran urbe. Es más el regalo nos llegó el día antes con 40 municipios leoneses perdiendo servicio de autobús.

Aquí vemos cómo la Junta crea unos módulos de escalada y barranquismo, y resulta que se deciden hacer en Valladolid. Pero oye que no hay centralismo… ni alta montaña en el resto de provincias para acabar haciéndolos en la más llana.

Aquí nos llega la tragedia de los incendios, donde el grandísimo culpable es el malnacido que los provoca, pero la gravedad se ve afectada en gran medida por las medidas que tomas o no durante el invierno y por aquellas que ejercen o con las que presionandesde la lejanía personas que el campo o el área rural lo conocen de un par de fines de semana, pero dan lecciones a aquellos que llevan viviendo de él, trabajando y cuidándolo durante toda su vida.

Y luego están las casualidades. El lunes se hizo viral en redes un hilo que comparaba con enlaces de noticias cómo los incendios del Bierzo coinciden con las zonas donde están proyectados esos parques eólicos con los que quieren ‘cargarse’ la montaña de la provincia. ¿Será casualidad? Oye, seguro. Esperemos que también casualmente no se aproveche esto para acelerarlo y empezar a construirlos.