La térmica de La Robla genera un pico de 40.000 megavatios de demanda

Para el director general de Minas, su cierre supondrá “un incremento de precio” en el consumo

L.N.C.
15/01/2019
 Actualizado a 19/09/2019
La térmica de La Robla en una imagen de archivo. | DANIEL MARTÍN
La térmica de La Robla en una imagen de archivo. | DANIEL MARTÍN
El director general de Energía y Minas de la Junta de Castilla y León, Ricardo García Mantero, aseguró hoy en León que el funcionamiento de la central térmica de La Robla en esta jornada genera una punta de 40.000 megavatios de demanda, por lo que de producirse su cierre, “entraría una central más cara y alimentada con gas importado que supondrá un incremento de precio sin ninguna duda”

Para Mantero, “las cosas se podrían haber hecho de otra manera”, ya que se han cerrado cuatro minas que “eran absolutamente rentables” y que vendían un carbón “de altísima calidad” por debajo del precio del carbón internacional, a lo que se sumó la solicitud de cierre no solamente de Anllares y de Velilla, sino también de Compostilla y La Robla.

Un cierre en La Robla que supuso “un grave disgusto” al no estar previsto, pero para el que “desde el Gobierno se han puesto todas las condiciones para que Naturgy haya tenido que tomar esa decisión”, pidiendo entre otras cosas “que los pagos por capacidad terminen en 2025 y además manteniendo el impuesto especial al carbón mientras que se le ha retirado al gas natural utilizado en generación”, todo ello “con la evidente intención de que se cerrase todo aquello que tenga que ver con el carbón”.

No obstante, lo que más lamentó el director de Energía es que “no se haya buscado una alternativa para no tirarse al precipicio y no tener una verdadera transición que ya estaba hecha en la parte de minería de carbón”, tras el cierre de las minas no competitivas y manteniendo abiertas cuatro que “evidentemente requerían que se mantuvieran al menos tres de los ocho grupos térmicos en cuatro centrales de Castilla y León, dos de ellos en Compostilla y uno en La Robla”.

En este caso, según consideró Mantero, la devolución de las ayudas se habría podido llevar a cabo calculando de aquí a 2030 una producción de esas minas, más lo que hubieran consumido las centrales térmicas, para que se pudieran devolver una parte hasta devolver la integridad de las ayudas.

Sin embargo, “no se ha querido ir por esa vía” y se ha optado por un cierre “abrupto y sin alternativas” que tendrá unas consecuencias socio económicas “importantes”, ya no solo en la parte minera, sino también “de forma grave” en los trabajadores de las centrales térmicas, que entre directos e indirectos, “superan mil empleos” en León, a los que se suma la central de Velilla, calculó Ricardo González Mantero.
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