La temida 'manta maragata'

La astorgana Rosalía Iglesias, esposa de Luis Bárcenas, está a punto de entrar en prisión –este sábado se aplazó– por lo que todos los medios recuerdan la amenaza de su marido: "Si mi mujer ingresa en prisión, tiro de la manta"

Fulgencio Fernández
25/10/2020
 Actualizado a 25/10/2020
rosalia-iglesias-25102020.jpg
rosalia-iglesias-25102020.jpg
Cuando Luis Bárcenas, ex tesorero del PP, andaba metido en los famosos ‘fregaos’ de la Caja B, la Gürtel... mantenía prudentes silencios públicos —se supone que jugaría sus cartas bajo cuerda— pero sí lanzó un recordado aviso para navegantes: «Si mi mujer entra en prisión tiro de la manta, no lo duden».

Ahí quedó, en las hemerotecas y en la memoria de muchos. Pero hace tan solo unos días el Tribunal Supremo ratificó la pena de más de doce años de prisión para Rosalía Iglesias y que según las previsiones debería haber ingresad esta semana pero en las últimas horas «la Audiencia Nacional ha aplazado el ingreso en prisión de Rosalía Iglesias y de otros cinco condenados por la Gürtel, nueve días después de que el Tribunal Supremo haya ratificado recientemente la sentencia».

Rosalía Iglesias nació en 1959 en el barrio de San Andrés de Astorga, su padre era camionero y montó una empresa de transportes  Pero sigue en el aire la amenaza, vendetta llaman algunos medios, por lo que se han multiplicado estos días los reportajes que indagan en la vida de esta mujer, nacida en Astorga en marzo de 1959, en el barrio de San Andrés «en el seno de una familia de clase media trabajadora de cinco hermanas. Rosalía siempre destacó por su belleza, conocida por sus vecinos como ‘la guapa de Iglesias’. Su padre camionero montó una empresa de transportes y su madre era ama de casa. Una de sus hermanas, María Luisa, montó una joyería en la capital maragata junto a su marido José Manuel Santos, pero no quiere ni oír hablar de los escándalos en los que se ha visto involucrada su hermana», escribe David González en El cierre digital, lo que explica las primeras líneas del artículo de Andrés Guerra en La Vanguardia: «En Astorga, donde Rosalía nació, los Iglesias no atienden al teléfono. Ni en la joyería de su cuñado ni en casa de las hermanas que hemos podido localizar. Mientras una manta de silencio muy tupida la protege, no hay noticias de aquella otra que su marido debería haber arrancado de un tirón».

Recuerdan los inicios de una historia rocambolesca, con decenas de periodistas haciendo guardia en su portal, aquella historia de un atracador disfrazado de cura... y la amenaza de Bárcenas, de quien recuerdan cómo conoció a Rosalía, que en 1983 entró como telefonista en AP, donde ya estaba Luis Bárcenas. «Trabajaba con Vestrynge pero Luis le pidió que se la cediera pues estaba fascinado con aquella secretaria, de 23 años, muy guapa, que llevaba pulseritas con la bandera de España». Y la historia cuajó, pese a que ella tenía un novio militar y ella estaba casada. Y se fortaleció al superar los impedimentos que les ponían sus familias.

Y Rosalía siempre estuvo al lado de su marido en este largo proceso, colaboró en muchos de los episodios que han trascendido, nunca dudó... así se entiende la frase de Bárcenas: «Si entra en prisión tiro de la manta».

Compás de espera. Willy, el cantante repite mensajes de apoyo a su madre, cuelga en las redes sociales entrañables fotos familiares con textos cariñosos: «Arrancándome lo que más quiero de mi vida y aún no viendo la luz al final del túnel, sé que como siempre he conseguido, sacaré mi armadura especial y resistiré»... Y soportando las bromas de las redes sociales: «No te lo tomes a mal Willy, pero la gente prefiere que cante tu padre».
Archivado en
Lo más leído