La supresión de los peajes no llegará a las autopistas de León

En Castilla y León solo quedará libre de peaje el tramo de autopista de Burgos-Armiñón (Álava) y será a partir del 30 de noviembre de este año

María Espinosa
18/06/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Imagen de archivo.| ICAL
Imagen de archivo.| ICAL
Durante este año y hasta 2021 varios tramos de autopista cerrarán sus peajes. Esta decisión del nuevo Gobierno recae en la finalización del contrato de concesión que tienen las radiales, el cual finaliza durante estos años. Una vez se acabe la concesión, estas autopistas retornarán al Estado, que se hará cargo de ellas y, por tanto, de su coste.

Castilla y León tiene 277 kilómetros de peaje, que la sitúan en la cuarta posición de las comunidades con más recorrido de pago. León tiene dos puntos especialmente polémicos: la AP-761 que conecta la capital con Astorga y genera a diario grandes problemas a quienes han de desplazarse para trabajar entre estos dos puntos; y una derivada de la A-6, la AP-66 que une León con Campomanes (Asturias). Ambos recorridos no quedarán libres de peaje en los próximos años. El único tramo de Castilla y León al que beneficiará esta medida será a la AP-1 entre Burgos y Armiñón (Álava) de 84 kilómetros, que quedaría liberado a partir del 30 de noviembre de este año.

En una entrevista concedida al diario El País, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos anunciaba que quitarán los peajes de varios tramos de autopistas cuando su concesión termine. Tras la liberación del tramo Burgos-Vitoria le seguirán el año que viene la AP-7 Alicante-Tarragona y la AP-4 Sevilla-Cádiz. Este precedente que sientan las liberaciones de peaje afectará también a los tramos de la AP-7 Tarragona-La Jonquera y Montmeló-El Papiol cuya concesión expira en 2021.

El coste que tendrá la liberación del peaje en las autopistas para el Estado supondrá, según el ministro de Fomento, un desembolso de entre 50.000 y 68.000 euros por kilómetro al año. Además de un coste de oportunidad que nace de dejar de cobrar los peajes a los ciudadanos ya que se baraja la posibilidad de que el Estado asuma el coste de estos tramos en lugar de una concesionaria. Dado que en los próximos años se prevé la liberación de varias autopistas, el Gobierno se plantearía el mantenimiento de la red de transporte. El ministro afirma que cualquier decisión que se tomará de manera conjunta con los ministerios de Hacienda y Economía y dependerá de cuánto aumente la red pública.
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