El Bierzo es la comarca agraria de León con mayor número de explotaciones ‘eco’, casi medio centenar También ha crecido según el Censo Agrario el número de explotaciones dedicadas a la agricultura y a la ganadería ecológicas, un total de 138 en 2020. Son un 86 por ciento más que hace una década, cuando había 74, pero este dato crece de manera más lenta. El presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos Ecológicos de León (Agrele) considera que la explicación a estos datos reside en que los productores certificados desde hace años han ido aumentado la superficie de sus explotaciones, pero la gente que se está incorporando al sector llega a cuenta gotas. «Aún se va despacio», reconoce.
La situación varía mucho en función de las comarcas agrarias. El Bierzo es la zona que mayor número de explotaciones certificadas en ecológico tenía a fecha de 2020, con un total de 48. Le seguía, muyde lejos, Esla-Campos, con 23. Por su parte, La Cabrera es el territorio de la provincia con mayor porcentaje de hectáreas en ecológico frente a la superficie agrícola total, alcanzando el 4, 95 por ciento. Sin embargo, en la montaña de Riaño apenas representa un 0,10 por ciento y en Astorga un 0,35 por ciento.
En cuanto a sectores, desde Agrele, que cuenta con más de una treintena de socios, destacan la apicultura. También se ha detectado un aumento de la producción ecológica de lúpulo, junto a los productos hortícolas, los cereales –las explotaciones más grandes en superficie– o algunos viñedos. En ganadería, el Censo Agrario de 2020 recoge más de 300 cabezas de bovino y otras tantas de ovino y caprino en ecológico. Sin embargo, no contabiliza ninguna explotación dedicada al porcino ni a las aves de corral en ecológico.
Agrele destaca la apicultura como sector en el que esta práctica está más arraigada. Crece el lúpulo o el cereal Vecín asegura que existe «interés» en la producción ecológica, que muchos muestran participando en los cursos que la asociación realiza en diferentes puntos de la provincia a lo largo del año. Sin embargo, el largo proceso de certificación supone un hándicap para ellos. El proceso de reconversión es «largo» y llega a tres años, en los que «pagas» la certificación pero todavía no puedes vender el producto como ecológico, explica el presidente de Agrele. También hay otros agricultores y ganaderos interesados en sus cursos para incorporar medidas a sus explotaciones que no llegan a conseguir el ‘sello’ pero siguen unas «directrices» ecológicas.
Para conseguir esa certificación, que otorga la Junta y otras entidades privadas autorizadas en la comunidad, se tienen que cumplir los requisitos de una normativa estricta.