La suerte del principiante

Con 14 años y un francés lamentable tuve la felicísima idea de apuntarme a un intercambio de una semana con un instituto de Nimes. Poco me importó que más allá de chapurrear cuatro frases básicas era totalmente incapaz de comunicarme mínimamente. Yo lo único que en lo que pensaba por aquel entonces era que no podía desperdiciar la oportunidad de salir por primera vez del país. Y si ya de paso me fumaba una semana de clase, pues mejor.

Y allí me planté, en casa de un tal Sebastien que creo que se apuntó al intercambio por lo mismo que yo y no tenía ni puñetera idea de español. Tampoco puedo decir que el muchacho no se esforzase por hacer mi estancia agradable. Usando una extravagante mezcla de francés, inglés, español, señas y hablar muy alto conseguimos entendernos e hicimos buenas migas.

De hecho, en una de nuestra surrealistas conversaciones le conté que la semana anterior había jugado a los bolos por primera vez y que tenía ganas de repetir, así que ‘Seb’, que se supone que era un ‘phénomène’, me llevó a la bolera al día siguiente, supongo que con ganas de fardar un poquito delante de los colegas.

Y el tiro le salió por la culata. Al tercer ‘strike’ en apenas cinco o seis lanzamientos al pobre Seb se le acabó la excusa de lo de ‘la chance des débutants’ y me empezó a tomar un poquito en serio.

Eso mismo creo que le está ocurriendo a la Deportiva. Aunque el año pasado ya se estuvo rondando el ‘playoff’ durante casi tres cuartos de temporada, todavía son muchos los que creen que el buen hacer de los blanquiazules en los últimos tiempos es algo pasajero, flor de un día, cuestión de suerte.

Lo siento pero no. Estar segundo a una jornada de terminar la primera vuelta no tiene nada que ver con el azar, es fruto del trabajo bien hecho tanto dentro como fuera del campo e, independientemente de como termina la temporada, la mejor prueba de que se está yendo por el buen camino.

Y aunque pueda saber a poco, el punto conseguido en Leganés es otro ‘strike’. No atraviesan los pepineros por su mejor momento, pero no son, ni mucho menos, un equipo llamado a pasar apuros por la salvación. Y la superioridad y la ambición que demostró la Deportiva en algunos momentos deja claro que sí, el primer objetivo siempre será la salvación, pero hay ganas y mimbres para luchar por algo más.