Pero no ha sido la única en pronunciarse al respecto, sino que el presidente del Ilustre Colegio de Enfermería de León, José Luis Blanco, ha comentado que esta situación «se arrastra desde hace dos años» y se da porque «hay un aumento de la demanda y una cobertura completa».
En Monte San Isidro hay que doblar camas y reubicar, pero los enfermos siguen siendo los mismos Del mismo modo, cuenta que se da principalmente en verano porque hay un «elevado movimiento en este sector porque se deben cubrir todos los puestos vacacionales» y, aunque reconoce que afecta al «ámbito sanitario en su conjunto», también considera que «la enfermería tiene una posición dentro de la sanidad que no se puede ni se debería alterar».
Para evitar que se dé esta situación todos los años de forma reiterada, el presidente del Ilustre Colegio de Enfermería de León opina que debería haber una «adecuada organización a medio y largo plazo» a nivel provincial, autonómico y estatal. Este pensamiento también lo comparte Nuria Esther González, que ha aclarado que «hay picos de trabajo muy puntuales» que se conocen de antemano en determinadas semanas y alega que se «podría poner un refuerzo».
Daños globales
Los damnificados por las sobrecargas de trabajo en la enfermería no son únicamente los profesionales que ven afectadas sus «situaciones laborales e incluso de conciliación» como comenta José Luis Blanco, sino que esta coyuntura atañe al conjunto de la población en el «espacio socio-sanitario» porque «no se puede asegurar la continuidad asistencial».
El ejemplo más destacado de este verano es el cierre de un ala en el Hospital Monte San Isidro, lo que provocó que hubiera 27 camas menos. Como aclara Nuria Esther González, «habrá que doblar camas y reubicar, pero los enfermos siguen siendo los mismos» y más teniendo en cuenta que hay una población envejecida tanto en la capital como en la provincia entera y que en verano «la gente mayor sufre más patologías». Pero el Monte San Isidro no fue el único en cerrar, sino que el Hospital tiene una planta, la número doce, que solo usa en los meses de invierno porque es cuando hay un mayor número de casos de gripe. Esta enfermedad tiende a darse con las bajas temperaturas y como en verano no suele haber brotes de ella, ese piso del complejo asistencial queda inutilizado.
Todos los años se lleva a cabo este cierre de la planta doce y provoca que haya 22 camas menos en el complejo asistencial de León. Sumadas a las 27 del Monte San Isidro, este verano ha habido 49 camas menos en la capital.
Aun así, la ciudad de León no es la que más sufre por esta situación. Sin salir de la provincia, hay zonas como «Astorga o La Bañeza» donde las sobrecargas de trabajo en la enfermería son mucho más concretas y visibles, según aclara la delegada sindical de la UGT de Atención Primaria.
Una ‘pelea’ constante
Las sobrecargas laborales llevan ocurriendo varios veranos, como mencionaba el presidente del Ilustre Colegio de Enfermería de León, por lo que tanto la población como el colectivo de enfermería se preguntan hasta cuándo va a darse esta situación y qué se puede hacer para revertirla.
José Luis Blanco explica que ellos, desde su entidad, no pueden hacer frente a esta tesitura porque «es una competencia laboral exclusiva de los sindicatos» laborales.
Por su parte, desde UGT critican que todos los años tienen «peleas con la Gerencia» porque «no se cubren las vacaciones». Nuria Esther González critica que han tenido que «pelear por lo mismo», haciendo referencia a los contratos de trabajo durante el periodo estival, y denuncia que «no se pueden aprovechar de tener un sustituto que haga todo el trabajo» durante estos dos meses de verano.
Finalmente, aclara que estos «enfrentamientos cordiales» entre sindicato y Gerencia, motivados por las quejas de los enfermeros, «no repercuten personalmente» en el trabajador que haya protestado por las sobrecargas de trabajo y la mala situación asistencial que, otro verano más, se han dado en la provincia leonesa.