La Sobarriba sueña con 'Clementín'

Las 17 victorias sin ninguna derrota de El Hombre Tranquilo de Valderrueda le convierten en campeón de Liga a falta de 7 corros

Fulgencio Fernández
12/07/2021
 Actualizado a 12/07/2021
No es ninguna sorpresa la calidad de Adrián Rodríguez, de Villavente, pero parece estar en muy buena forma. En la foto disputando la final a José Luis. | SAÚL ARÉN
No es ninguna sorpresa la calidad de Adrián Rodríguez, de Villavente, pero parece estar en muy buena forma. En la foto disputando la final a José Luis. | SAÚL ARÉN
El camino hasta el corro de Quintana de Rueda, desde donde se aparca el coche hasta la pradera, desde el bar al corro, era un camino de preguntas después de dos años de espera a este 11 de julio que marcaba el reencuentro. A la primera pregunta de ¿cómo están los luchadores? Respondía la sanidad, «sanos», todos los tests de antígenos dieron negativo. A la de cómo responderá el público la alegría es decir que razonablemente bien, había más público que en la última cita celebrada en Quintana. El que no faltaba era Luis Padierna, en su pueblo, y a quien echamos de menos en el minuto de silencio fue a Miro Burón, fallecido en la pandemia. Su viuda hizo el esfuerzo de estar allí.

Y a la broma más repetida cada vez que aparecía un luchador de ¿hoy todos en pesados? respondieron los chavales con la menos esperada, tanto que en vez de haber muchos que subían de peso estaban todos prácticamente en el suyo (Víctor, Moisés, Adri, Tomasuco, Bulnes, Likete…) y hasta hubo quien bajó, como el veterano José Luis Ares, que luchó en ligeros cuando llegó a competir en tiempos en semipesados.

Y acudieron en buen número. Pues en medio de las conversaciones comienza la megafonía a congregar a los deportistas, Ramonín llama al centro. Lo que viene ya es la normalidad… con mascarilla, eso sí.

En ligeros, ya se ha dicho, estaba Víctor Llamazares, ya se ha dicho, lo que quiere decir que todas las miradas están puestas en El Hombre Tranquilo de Valderrueda. Pero, ¿qué ha pasado con los chavales en estos dos años sin noticias? Dos de ellos se miden pronto, Fernando el de la Sobarriba, y David Riaño, hermano de Bea, hijo de Chuchi, y que con 17 recién cumplidos ya nos ha obligado muchas veces a escribir su nombre por sus gestas en la lucha de base. Y ganó David, con claridad. Y después de derrotar a un chaval le toca un veterano, el ejemplar deportista de La Braña Jesús Martínez. También lo solventó David con soltura, lucha y empaque. Su padre, Chuchi,  sonríe. Su madre Bea graba.

Sólo le faltaba Víctor Llamazares, ya en la final. Demasiada tela parecía pero el de Valderrueda había tenido muchos problemas con Jorge Iglesias al que sólo logró dar media caída (con dos nulas) y él tampoco lo tenía nada claro: «No cojo el cinto desde el último corro del 19». Y le toman el pelo: «Igual estás algo empanado», le dice Rafa el de Valle de las Casas, jugando con el oficio de panadero que Víctor ejerce, aunque el amasar es cosa de Talí.

No hubo duda. Víctor no dio opción al chaval que ya era feliz. Aperruñó. el de Valderrueda.  A un lado, al otro… y primer corro al cesto para El Hombre Tranquilo de Valderrueda.

Adri viene fuerte


En medios sí está Moisés, el dominador de estos años. No está Rubo Fierro, que saltó a semis y parece que para quedarse. Y también está Adrián Rodríguez, Adri, la esperanza blanca de la Sobarriba, que cuando todo apuntaba a que aguantaría poco en medios por su cuerpo resultó que entró bien .

Y, vaya por delante, parece muy en forma. Ha entrenado con los chavales de la escuela de la Sobarriba, donde es el monitor, y también se ha agarrado con Clemente para que El Junco mate el gusanillo y porque Clemente ve en él a su posible sucesor.

- ¿Y quién ganó?
- ¿Lo dudas?
- ¿Clemente?
- Por supuesto.

«De cada 5 veces Clemente le tira 4», abunda el padre de Adri.

Pero Adri debió tomar buena nota del maestro y pronto pues el sorteo  le emparejó con Moisés, en semifionañes. Tela fina nada más verlos. Se hizo el silencio y disfrutaron los aficionados. No le dio el de la Sobarriba opciones a La Roca;  Adri con poderío se atrevió incluso con una potente gocha, esa maña tan peligrosa cuando el rival es tan peligroso como Moisés. La sacó el de la Sobarriba y remató después con una cadrilada de libro, de las suyas.

No me extraña que en ese momento llamaran por teléfono a mi vecino de grada y éste se mosquea: «Te tengo dicho que no me llames cuando estoy en los aluches». Claro que sí. Menudo momento para llamar.

Sigue la cosa, el corro. Las miradas ya están puestas en Adri, los de la Soba sueñan; pero en Quintana se va abriendo paso José Luis, el hermano de las gemelas García que cortó su carrera con la gravísima lesión en el corro de la Catedral. Ha vuelto el chaval, sabe luchar y tiene andares, que es como los aficionados antiguos llaman a las maneras de luchador. Dejó en el camino a su amigo Alvarado y a Carlos  El ingeniero de Velilla, otra sorpresa ayer. Lo hizo y se fue a disputarle el corro al favorito: Adri. Yno estaba el de la Sobarriba para bromas y la solventó incluso con facilidad.

Llegó el Comandante


En semipesados las miradas siempre se posan en Tomasuco. Los sueños de plantarle cara venían de abajo —Rubo—(de medios) y de arriba —Likete— (de pesados)pero la verdad es que el de La Vecilla sigue impresionando. «Tiene andares de Comandante y se lucha como se anda», dice mi vecino al que le molesta que le interrumpan y que también es partidario de Tomasuco, tanto que me da un  consejo: «No me gusta lo de Tomasuco, le hace como pequeño y es muy grande, mucho».

- Es por el abuelo, Uco.
- Ah, bueno, eso es otra cosa.

No le defrauda ‘El Comandante’. En el primer combate del peso derrota a Rubo sin darle ninguna opción y en la final, con Likete, recibió la única media caída de la tarde. En medio, en semifinales, se deshizo de otro que nunca resulta fácil, Bulnes.

Este sí que tiene andares, planta y lucha. Apunta a Comandante. A ver qué dice Rodri, ‘La Perla’, cuando salga de la cuarentena.
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