A lo largo de sus 32 páginas, ‘Sima de las Perlas y su entorno’ describe los macizos montañosos atravesados por el río Torío y las Hoces de Vegacervera, localizando las diferentes cuevas y los antiguos caminos y rutas de interés, situados sobre el mapa. El volumen también describe brevemente el sistema kárstico y las surgencias de agua del sistema hidrogeológico del entorno y ya está a la venta en algunos puntos de Vegacervera y en la oficina de la empresa de turismo activo Guheko a un precio de 29 euros, que incluye un amplio reportaje de fotografías inéditas a color.En ese sentido, el libro «viene a llenar un vacío importante», ya que, por primera vez, identifica sobre el papel los distintos caminos de la zona del karst de Vegacervera y alrededores, así como los «nombres verdaderos» de cascadas, salas y galerías de la Cueva de Valporquero. El plano se acompaña de 28 fotografías a color, numeradas para situarlas fácilmente sobre el mapa, que ilustran algunos de los lugares más llamativos del entorno.«Es algo que nunca se había hecho hasta el momento, que lo hemos elaborado nosotros con los conocimientos de varias personas que estamos vinculados a la Cueva desde hace más de 50 años», explicó Ruiz, que admitió que el volumen «puede que genere controversias». Más allá de su valor como documento, el coautor defendió que el libro es «un relato de amistad, compañerismo y crecimiento personal ante la superación de dificultades que parecían insalvables».
Por el momento, se editarán 300 ejemplares de esta edición autopublicada en una pequeña imprenta de la provincia de Zamora. «Es una pequeña tirada que se puede ir alargando», afirmó Ruiz, que explicó que la distribución del libro se llevará a cabo por «canales mínimos».Además, los autores ya han entrado en contacto con miembros del circuito de aficionados a la espeleología de España y Francia para distribuir ejemplares del libro a través de los canales especializados en esta disciplina del deporte de montaña.
Ruiz y Portas, o lo que es lo mismo, ‘Charly’ y ‘Tiago’, fueron los primeros en descender la Sima de las Perlas, al fondo de la cual corre un curso de agua que la conecta, a través de un pozo, con la Cueva de Valporquero. «Ese mismo día descubrimos el pozo de conexión, aunque no pudimos entrar hasta tres años más tarde, en julio de 1970», explicó ‘Charly’, que recordó que el descubrimiento del agujero de entrada a la Sima se descubrió gracias a una corriente de aire que agitaba una telaraña.