La seguridad laboral, lo primero

La recuperación económica ha derivado en un incremento de la siniestralidad laboral en la provincia. Ello puede derivar de una mayor actividad, pero también de las malas condiciones que tienen muchos puestos de trabajo de los que se están creando

Cinco personas han perdido la vida este año en León. Son cuatro más que durante el mismo periodo del año 2017
16/07/2018
 Actualizado a 05/09/2019
Entre las cifras más crueles que uno puede encontrar está la que muestra que la siniestralidad laboral mantiene una relación inversamente proporcional con la cifra de parados. Crisis es igual a menos accidentes. Recuperación es igual a más accidentes. Cinco personas han perdido la vida en la primera mitad del año frente a una única víctima en el mismo periodo del pasado año. La precarización de las condiciones laborales es uno de los ‘peajes’ que no se pueden tolerar con el argumento de conseguir una recuperación del empleo. Se puede discutir cómo crear trabajo o si es de mayor o menor calidad, pero siempre cumpliendo con las correspondientes condiciones de seguridad. Generar empleo no debe ser excusa para incumplir la normativa de seguridad laboral. Las instituciones deben perseguir con mayor firmeza que nunca este tipo de conductas para evitar los riesgos que debe asumir un trabajador para poder conseguir unos ingresos o una en ocasiones utópica estabilidad. No todo vale. No todo debería valer. Queda mucho camino por recorrer hasta conseguir que el empleo vuelva a ser el de antes de la recesión económica, pero sobre todo hace falta que las iniciativas que se suponen salvadoras de esta situación no lo sean a cualquier precio, y sobre todo si ese precio lo pagan los trabajadores. De las autoridades depende que se exija el cumplimiento de la normativa en materia de seguridad laboral y que se haga con rigor y sin asfixiar injustificadamente a quien pretenden sacar adelante su negocio desde cero.
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