web-luis-gray.jpg

La saca de Sánchez

25/09/2022
 Actualizado a 25/09/2022
Guardar
Lleva el PP dando la matraca una temporada larga con que, por causa de la inflación, «el gobierno se está forrando». O más concretamente Sánchez. Sánchez el felón es ahora el acaparador, el hombre del saco. Lo dicen como si la recaudación de impuestos beneficiara a un gobierno o a un partido, como si no fuera competencia de las instituciones tributarias y desembocara en las arcas públicas con que se financian los servicios que tanto reclamamos mejoren o nos amparen cuando las cosas vienen mal dadas: por ejemplo ahora, por ejemplo en la pandemia. Lo dicen mintiendo a sabiendas porque repetir las cosas apoyado en un cargo electo y un traje de corbata parece ser que ayuda a darles crédito y votos. Mienten.

Y para remachar la falsedad, se dedican a recortar o prometer recortes de impuestos y al mismo tiempo reclaman su parte de esa supuesta hucha personal de Sánchez para apuntalar unos servicios públicos que están degradando y transfiriendo a manos nada ‘sanchistas’. Las de esos colegas a los que, después, rebajan la tributación. Tal acaba de anunciar el presidente de Andalucía. Lo que pretende Moreno Bonilla, en la estela de Díaz Ayuso, se llama dumping fiscal, pero también competencia desleal; ventajismo. Ofrece mejores condiciones impositivas que otros territorios y tiene el atrevimiento de decir a los catalanes (específicamente) que allí les sale más a cuenta, que se vengan a Andalucía donde, ojo, no hay independentismo. Pero no dice que está actuando con una independencia insolidaria, abusando de su autonomía para instar a una sucia competitividad. Como si administrase una empresa.

Ya lo hizo Ayuso: auparse en la fuerza económica de Madrid, en gran parte favorecida por la capitalidad estatal (un don que los demás confieren), para dejar fuera de juego fiscal a otras regiones, sobre todo a las vecinas. Recaudar menos para que los demás recauden peor, obteniendo beneficios privados de otro tipo. ¿Van a dar esas rebajas más ingresos para el conjunto del Estado, teniendo en cuenta que las Autonomías son Estado? Si acaso llegasen a compensar las pérdidas lo harían, lógicamente, a costa de otras. A costa de España. Lo que ellos llamarían «romper España» pero por la costura más elemental. ¿Se imaginan que esta propuesta viniera de Aragonès?

No les importa. El PP se preocupa mucho del español en Cataluña, ahora que se habla más que nunca en los patios de los colegios, y de cuantas simplezas impliquen banderitas y demás insignias de baratillo, pero cuando se trata de la cartera, España es un inspector de hacienda al que burlar. Y los españoles, un montón de gente sin dinero que demanda «gratis» colegios, médicos y demás posibles negocios, negocios que los amigos sí sabrían aprovechar. Aunque luego haya que echarles una mano con dinero de esos mismos españoles. Tal vez por eso atribuyen a Sánchez y al gobierno una hucha propia, quizás recordando la que tenían en Génova 13 para campañas electorales y otros caprichitos. Su saca.
Lo más leído