La Rioja 32 - Abanca Ademar 29: 'Inicio esperanzador, final desolador'

El equipo riojano hurga en la herida de un conjunto leonés que, tras coger cuatro goles de renta en el arranque, se vino abajo víctima de su mala defensa y de las paradas de Krupa

Jesús Coca Aguilera
09/12/2017
 Actualizado a 02/09/2019
David Fernández intenta lanzar pese al fuerte agarrón de Sánchez Migallón. | JAVIER QUINTANA
David Fernández intenta lanzar pese al fuerte agarrón de Sánchez Migallón. | JAVIER QUINTANA
No pudo ser mejor el inicio del Abanca Ademar. Con la defensa tapando todos los huecos y Cupara en plan estelar hasta el punto de que en 10 minutos La Rioja sólo había metido un gol. Y con un Simonet estelar en la dirección, encontrando a Piñeiro una y otra vez en seis metros, para llevar rápidamente al marcador el 1-5.

Parecía que la mala imagen de Benidorm sólo iba a ser un mal sueño. Que una vez más esta temporada, a domicilio iba a llegar la mejor versión de los leoneses. Que la maquinaria volvía a estar engrasada.

Sin embargo, el arranque fue un espejismo y del inicio esperanzador se pasó a un final desolador. Porque, con el paso de los minutos, la defensa empezó a hacer aguas ante la endiablada velocidad que el Logroño imprimía a su ofensiva, el ataque se empezó a topar con un Krupa estelar y los locales, pese a perder por lesión a su máximo artillero Ángel Fernández, le daban la vuelta a un partido que acababan venciendo por 32-29.

El Ademar recibió sólo un gol en los 10 primeros minutos, pero luego naufragó atrás pese a estar bien la portería Nuevo tropiezo de un equipo leonés que sigue reduciendo el margen de errorcon el que llegará a la segunda vuelta si quiere ser segundo. Que deja claro, partido a partido, que necesita el ‘reset’ del parón invernal para recargar unas piernas muy cargadas por el ‘maratón’ de partidos que supone la ‘Champions’. Que nunca se dio por vencido... pero en ningún momento de la segunda parte llegó a tener opciones reales de llevarse la victoria.

Y eso que, esa renta de cuatro goles inicial, se mantuvo hasta el minuto 20, momento en el que La Rioja empezó a cambiar la dinámica. Fue el 7-11 la última gran ventaja del Ademar, que ahí recibió un parcial de 3-0 con el que los locales, espoleados con la salida a pista de un Kukic decisivo, reducían la renta a la mínima expresión; y que mandaría por última vez con el 14-15, yéndose de hecho ya abajo al descanso, pues en el último segundo de la primera parte La Rioja cogía su primera ventaja y se ponía 16-15.

Adiós a la diferencia conseguida, y eso que si el inicio lo marcó la exhibición de un Simonet que luego desapareció, en el tramo final de la primera parte y en el inicio de la segunda la referencia fue un David Fernández que se erige en una de las mejores noticias de este tramo final de la primera vuelta. Una vez más, Vieyra no pudo aportar nada. Y una vez más, el joven lateral asumió responsabilidades, levantándose una y otra vez desde nueve metros con gran acierto.

Tras el 20-20 los leoneses encajaron un 5-1 y ya nunca más bajaron  la diferencia por debajo de los dos goles Seis goles metió, si bien cinco llegaron antes del minuto 38. De hecho, el quinto coincidió con la última vez que el marcador reflejó una igualada (20-20). Había dado tiempo antes de llegar a él a que Biosca marcara un gol desde su portería y a que Garciandía demostrara su progresión convirtiéndose en un ‘martillo pilón’ desde la larga distancia, si bien fueron Kupra y Kusan los protagonistas en la escapada que acabó resultando definitiva.

El portero, con un nivel altísimo de acierto desde que salió por Aguinagalde, empezó a detener lanzamientos claros en seis metros. El pivote, infalible (metió seis goles en siete intentos), encontraba el espacio para recibir solo continuamente. Y eso, unido a que el en teoría descartado por lesión Juan del Arco hacía acto de presencia haciendo daño desde lejos, provocaba que La Rioja cogiera a 15 minutos para el final con el 25-21 los cuatro goles de renta que también en el arranque había tenido el Ademar.

Sin embargo, los leoneses no pudieron rehacerse de ello ni con la exhibición de Acacio. Le pidió Guijosa en un tiempo muerto que asumiera responsabilidades y el brasileño respondió con desequilibrio y verticalidad a la petición de su entrenador, encadenando de forma consecutiva en seis ataques cuatro goles, una exclusión forzada y una asistencia.

Acacio cogió el testigo de un gran David en el tramo final para hacer llegar al Ademar con 29-27 y bola a 3 minutos Eso mantuvo vivo a un Ademar que no obstante nunca bajó la diferencia de los dos goles, porque tanto La Rioja como los leoneses parecían empeñados en desaprovechar las oportunidades para ‘romper’ o ‘apretar’ definitivamente. Si el Logroño se había jugado sin acierto un fly para irse de cinco, Vejin había regalado una exclusión con 25-23 y Jota pedido un tiempo muerto que anulaba el gol con el que Kusan habría colocado el 28-24. ¿La consecuencia? Que tras un tanto de Costoya y una parada de Biosca, el Abanca Ademar atacara con 29-27 a falta de tres minutos para ponerse a uno.

Sin embargo, el héroe de la remontada, Acacio, perdía el balón, permitiendo a la contra el gol de La Rioja; y su principal escudero en el tramo final, Costoya, fallaba el siguiente ataque, permitiendo que en la siguiente ofensiva el leonés Juan Castro, que cuajó una buena actuación ante su ex equipo, sentenciara al poner el 31-27.

Otros dos puntos que se quedaban en el camino. Otro rival que se mete de lleno en la pelea por una segunda plaza más abierta que nunca. El miércoles, en el derbi ante el Valladolid, no estarán permitidos más fallos.
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