La riada se lleva la sementera

Las organizaciones agrarias cargan contra la gestión de la CHD y la acusan, un año más, de falta de planificación

D.L. Mirantes
21/04/2016
 Actualizado a 19/09/2019
El deshielo y las lluvias han provocado grandes aumentos de la caudal de los ríos, que en algunos casos han abandonado su cauce. | MAURICIO PEÑA
El deshielo y las lluvias han provocado grandes aumentos de la caudal de los ríos, que en algunos casos han abandonado su cauce. | MAURICIO PEÑA
Los embalses de León están a más del 90% de su capacidad, casi 15 puntos porcentuales por encima de la media de los últimos diez años. Una situación que ha provocado fuertes desembalses y las avenidas de los ríos que en las zonas del sur de la provincia han abandonado sus cauces. Si a finales del año pasado se temía que la tardanza de las nieves en llegar las cumbres complicaran el año hidrológico, a estas alturas del año parece que habrá suficientes reservas. Lo más complicado ahora es gestionarlas correctamente, apuntan los agricultores, que antes tendrán que solventar un problema más urgente: los daños causados por la gran acumulación de aguas en sus tierras.

Un año más, las organizaciones agrarias ya han llamado la atención sobre el fenómeno. El secretario general de Ugal-UPA, Matías Llorente, ha criticado la falta de planificación de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y considera que «siempre esperan a que se produzca una gran avenida para abrir las compuertas» de los embalses.

En puntos de la provincia han caído 100 litros por metro cuadrado en este mesDesde Asaja consideran que "una vez más un fenómeno natural e inevitable como es la lluvia acaba acarreando pérdidas al campo, pérdidas que sí hubieran sido al menos en buena parte evitables si desde la CHD cumplieran con su obligación de limpiar y adecuar los cauces".

Aunque es pronto para valorar económicamente las pérdidas ocasionadas por las inundaciones, se constatan daños tanto en fincas de cereal crecido, en las que las plantas se pueden echar a perder por el exceso de humedad, como en las fincas recientemente sembradas, en las que con toda seguridad habrá que resembrar. En este caso están cultivos típicos de primavera en zonas de regadío, como son el maíz, la remolacha, la patata o los forrajes, para los que los agricultores tendrán que aprovisionarse de nuevo de simiente.

Por otra parte, desde UCCL explican que las intensas lluvias acaecidas durante los meses de marzo y abril "están dificultando las tareas propias de estas fechas". En este sentido, precisan que la siembra del cultivo de la remolacha se encuentra al 36%. En concreto, indica que en total se han sembrado 2.400 hectáreas quedando aún pendientes de sembrar aproximadamente 4.000 hectáreas. Además, prosigue la opa, en León aún quedan pendientes 20.000 hectáreas de regadío de "amueblar" (termino que se emplea en agricultura para la colocación de sistemas de riego en las parcelas) al encontrarse los terrenos encharcados que hace imposible acceder a las parcelas.

Cea y Esla

Las riberas del Cea y del Esla son las que más han sufridos las consecuencias de las abundantes lluvias. Basta recorrer las carreteras del sur la provincia para ver como a ambos se suceden parcelas encharcadas con grandes acumulaciones de agua que imposibilitarán cualquier labor durante varias semanas. Los vecinos de las localidades ribereñas del río Cea apuntaban ayer que las trombas más fuertes habían caído el domingo por la tarde, pero que el gran problema es la acumulación continua de agua. No obstante, en algunas zonas de la provincia en lo que va de mes ya han caído más de 100 litros por metro cuadrado, en un momento clave para las labores de siembra.

Cabe recordar también que un porcentaje residual de fincas de maíz no han sido aun cosechadas, mientras que de remolacha quedan en torno a unas 30 hectáreas sin arrancar en la provincia, con la Azucarera ya cerrada.
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