La revolución de invierno no triunfa en la Deportiva

La Deportiva no carbura en esta segunda vuelta. El conjunto berciano solo ha ganado dos partidos desde el parón navideño, una irregularidad que le ha costado caerse de la zona de ‘playoff’ que ha ocupado desde el inicio de curso y que ha dejado patente la falta de alternativas de una plantilla en la que los refuerzos invernales están teniendo un rol muy secundario.

Pese a la brillante primera mitad de curso de los blanquiazules, el club hizo un esfuerzo para tratar de potenciar un equipo en el que la brecha entre los teóricos titulares y los suplentes se había agrandado con el paso de los meses –Espina, Luisma Villa o Carnicer apenas tuvieron minutos en diciembre– y fomentar la competencia. Sin embargo, la brecha sigue existiendo y a día de hoy el cambio de cromos está lejos de empezar a funcionar.

Cuando los Yuri, Pichín, Isi o Jorge García no tienen el día, Bolo no cuenta con un plan ‘B’. A la espera de que Donoso, ya recuperado de su lesión, pueda mostrar su mejor versión –ante el Coruxo ya dejó muy buenos detalles pese a salir en plena ‘pájara’ de los blanquiazules–, el panorama es desolador.

De los cinco refuerzos, solo Pablo Larrea ha conseguido hacerse un sitio. Kaxe y Manu García empezaron siendo titulares, pero con el paso de las semanas han desaparecido de las alineaciones. El delantero ha jugado como acompañante de Yuri y también como referente en punta, pero al igual que Grande, parece no acoplarse al sistema ofensivode los bercianos y todavía no se ha estrenado con la camiseta blanquiazul. Por su parte, el guardameta, con la recuperación de Gazzaniga, también se ha caído del once y no ha vuelto a ser titular.

Completa el repóker de fichajes invernales Carlos Bravo, que sí está teniendo minutos, siendo el jugador número doce para Bolo, pero no está consiguiendo ser el futbolista que brilló en el Adarve.