La reválida de Ricard Pozo

Atrás quedan esos años en los que ningún otro presupuesto de la categoría de Bronce del fútbol español se podía envidiar desde la Cultural. Ese tiempo, más aún con la nueva Primera RFEF, ha pasado, y en el Grupo de este año hay al menos cuatro equipos (Deportivo, Racing, Badajoz y UD Logroñés) que económicamente son muy superiores a ti.

Sin embargo, eso no debe reducir la exigencia. Para empezar porque el dinero no debe serlo todo, y el ascenso del Amorebieta el año pasado o el hecho de que Real Unión y Unionistas cerraran el 2021 en puestos de ‘playoff’ de ascenso lo demuestran. Y después porque habrá alguno superior a ti, pero también muchos otros clubes con menos potencial y estás en ese pelotón de los que deberían pelear por terminar en esas cinco primeras posiciones.

La destitución de Ramón en la última semana antes del parón demuestra que ambición no falta y que también el club entiende que esa es la meta. Pero ahora esta segunda vuelta supone una reválida aún mayor para el director deportivo Ricard Pozo. ¿Es culpa siempre del entrenador cuando llevas tres cesados en los últimos 13 meses y has dado volantazos en su elección desde la marcha de Rubén de la Barrera? ¿Tiene más rensabilidad el director que colocas o las piezas que le pones sobre el tablero para actuar?

A cada intento fallido, la respuesta supondrá mirar más arriba. Y en este mercado invernal, una ventana siempre complicada porque lo que consigas si no es a base de dinero suele ser porque no está jugando en su destino anterior, Ricard tiene la obligación de corregir los errores cometidos en verano, más cuando estos no son aislados de un año sino que se vienen repitiendo varios.

Los retoques para intentar despertar de la pesadilla constante que viene siendo en los últimos años el lateral derecho y la portería. El refuerzo del centro del campo, donde no se ha acertado desde el descenso, y que marcará gran parte del futuro. El refuerzo a priori de garantías para el centro de la defensa. Y sobre todo, la personal apuesta por un Curro Torres con el que ya ha trabajado.

Son algunos de los deberes que se le presentan. Unos que, de volver a salir mal, no le volverían a dejar repetir curso.