La restauración de la Gran Corta creará un parque, pastos, pinares y un paseo circular

Tragsa presentó al Ayuntamiento de Fabero las líneas generales del plan, que ya han registrado el día 15 en el Ministerio de Transición y llevarán hoy a la Ciuden

D.M.
22/01/2021
 Actualizado a 22/01/2021
Imagen de la Gran Corta con un llamativo fósil en primer plano, captado por los responsables del Aula Paleobotánica, que estudia este patrimonio.
Imagen de la Gran Corta con un llamativo fósil en primer plano, captado por los responsables del Aula Paleobotánica, que estudia este patrimonio.
La anunciada restauración de la explotación minera de la Gran Corta de Fabero da nuevos pasos.El pasado día 15 de enero, la empresa públicaTragsa registraba el proyecto de restauración ante el Ministerio de Transición Ecológica, que lo desarrollará con los planes de Transición Justa, previsiblemente desde este mismo año 2021.

Y una vez registrado, la compañía ha querido dar a conocer las líneas generales de la restauración al Ayuntamiento de Fabero, con cuyos representantes se reunió ayer, y la Ciuden, donde previsiblemente llevarán este viernes la idea para darla a conocer de primera mano a sus dirigentes.

La alcaldesa de Fabero, Mari Paz Martínez Ramón, explica que tal y como les han explicado desde la empresa, el proyecto ascenderá a cerca de 38 millones, una importante cuantía dadas las necesidades de seguridad y reestructuración de parte de terreno que necesitará voladuras y procesos de estabilización.

Con esto, todo el gran espacio de más de 700 hectáreas que ocupa el boquete de la Gran Corta en montes de utilidad pública de las localidades de Lillo y Otero de Naraguantes contará con varios sectores con distintos acabados y zonas de aprovechamiento.

Se creará una zona de pastos. Otra de aprovechamiento maderero, con pinares y otras especies. Se respetarán los lagos de acumulación de agua que se han generado en la explotación y una sección para el visionado, investigación y observación de fósiles del carbonífero que han aflorado en la mina con el socavado de la montaña.

También habrá una zona recreativa y una senda perimetral de paseo. Las zonas más cercanas a la carretera serán restauradas con criterios visuales y paisajísticos. Y se reservará también otra zona para siembra y aprovechamiento agroforestal.

El proyecto de Tragsa está contemplado como una restauración propiamente dicha, porque así lo establece el decreto por el que se encarga y se financia el proyecto, con un 75% a cargo del Ministerio de Transición y otro 25% de la Junta de Castilla y León.

«Sin embargo, han tenido en cuenta y han podido integrar algunas de las peticiones de las juntas vecinales», explica la alcaldesa, que considera que es un buen proyecto para la zona.

Otras de las propuestas realizadas, como la posibilidad de albergar proyectos de tipo empresarial y económico, no están incluidos en el proyecto, «pero podrán figurar como anexos», explica la regidora, «como son las iniciativas de ocio y deportes de aventura» que habían surgido como ideas.

También la posibilidad de un parque fotovoltaico, que iría instalado en una zona ya restaurada, por lo que no se contempla en el documento de restauración de este proyecto.

Tal y como ya se había anunciado desde el Ministerio, la obra durará unos cuatro años y daría empleo a cerca de medio centenar de personas, muchos de los cuales podrían ser ex trabajadores de la minería, tal y como marcan las pautas de los proyectos de Transición Justa.«La idea es empezar cuanto antes», apunta la alcaldesa. Ahora, el proyecto deberá esperar a la valoración por la Comisión Delegada que corresponda y a las posibles alegaciones ambientales, si bien está consultado ya con la Junta de Castilla y León y con la Confederación Hidrográfica, por la recuperación de los arroyos que quedaron engullidos por la mina.

Paso a paso, Fabero ve como uno de lo que pueden ser sus más importantes proyectos en los últimos años va dando pasos lentos, pero seguros.
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