La Reserva de la Biosfera de Ancares cumple 15 años dando valor al rural

Tras un crecimiento lento, avanza con los objetivos de estirar su marca, apoyar al sector ganadero extensivo y emprender en lo forestal con el castaño y la apicultura de banderas

Mar Iglesias
01/03/2021
 Actualizado a 01/03/2021
Las montañas ancareses permiten imágenes excepcionales. | RBALE
Las montañas ancareses permiten imágenes excepcionales. | RBALE
Quince años sopla la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses y lo hace evaluando lo que han dado de sí. Su gerente, Susana Abad habla de un crecimiento paulatino. Recuerda que en sus inicios la gestión recaía directamente sobre los cuatro Ayuntamientos hasta que en 2010 la Fundación Ciudad de la Energía pasó a formar parte del órgano de gestión.

Esos años fueron muy fructíferos, en los que se organizó el consejo de participación y comité Científico. «El apoyo humano y económico de la Fundación Ciudad de la Energía impulsó la verdadera puesta en marcha de las acciones y el trabajo con la población en esta Reserva», explica. Su salida del Consorcio, dio paso, en 2016 a que ocupara su puesto el Consejo Comarcal del Bierzo, con mucha menos financiación «pero quizá con una apoyo que aporta más estabilidad a esta entidad». Y los pasos han sido decididos «en defensa del medio rural, de sus pobladores, mantenedores y el entorno natural y cultural».

Reconoce Abad que la pretensión era un avance más rápido en los objetivos marcados, pero manda la economía«dependemos de un órgano de gestión, como es el Consorcio de la RBALE apoyado económicamente sólo por los propios participantes del mismo, que son los Ayuntamientos y el Consejo Comarcal del Bierzo. Por ello, es complicado llevar a cabo todas las acciones propuestas en el Plan de Gestión, que actualmente además se está revisando y adaptando».

Aunque con menos acciones que en los años en los que la financiación era mayor, la Reserva de la Biosfera camina firme por sus 15 años y prioriza «las propuestas de la población en los ejes que consideran prioritarios» y la inclusión de apoyos humanos y de otras entidades, sobre todo técnicos y de trabajo.

Abad considera que tanto administraciones como vecinos han colaborado con el crecimiento de la Reserva que ha sido «empeño» de los ayuntamientos que la conforman y de la propia población «siempre dispuesta a ayudar de forma altruista y aportar su visión y trabajo cuando ha sido necesario».

Lo que le sigue faltando es el apoyo económico y técnico de otras administraciones superiores «que por el momento no han apoyado o coordinado esfuerzos para el desarrollo de esta Reserva».

El Covid ha hecho que las actividades de la RBALE se hayan tenido que suspender incluso en algunos casos hasta tres veces. La complejidad para reunirse ha sido notable pero eso ha abierto una puerta de formación gracias a la Uned, en competencias digitales. Un ciclo que tendrá continuidad, dice Abad «ya que seguimos viendo que es muy necesario, pero claro, las reuniones presenciales también lo son», advierte.

Este año comienza con la revisión del Plan de Acción y eso requiere contactos, que se han efectuado de manera virtual, y que espera la gerente que pueda pasar a presencial en los próximos meses.

Con respecto a los negocios de la RBALE, la pandemia ha hecho que muchas empresas turísticas estén cerradas «aunque el verano fue favorable, la hostelería está muy tocada. Veremos próximamente en un encuentro virtual con empresarios cómo podemos aunar fuerzas para combatir este parón», adelanta.

Este 2021 se despereza con el nuevo Plan de Acción 2020-2030, que se ha retrasado por la pandemia. «Ahí las distintas entidades de la RBALE marcarán las principales líneas de trabajo, que vaticino irán en la línea de dar continuidad a todas las cosas que no se han conseguido en el Plan de Gestión 2014-2019 y la adaptación de algunas de ellas, que seguramente habrán cambiado en nuestra mentalidad con la pandemia».

La incorporación de los ODS al Plan permitirá combinar desarrollo socioeconómico y ambiental en este territorio. «Quizá ahora, nuestros objetivos, fines y filosofía tengan más relevancia y comprensión que nunca», dice Abad con esperanzas en el futuro.

A más largo plazo, los proyectos irán encaminados al desarrollo de «un sector empresarial unido y fuerte bajo la marca RBALE, no únicamente centrado en el desarrollo turístico, que también, sino en el trabajo en red de las personas que viven y se emplean en este espacio».

El desarrollo de la propia marca «que ya tenemos en proceso y se está usando para algunos productores a través de un convenio» será clave, al igual que la valorización y apoyo del sector ganadero en extensivo, la línea de nuevas posibilidades de emprendimiento, «el sectorforestal con el castaño a la cabeza, la viticultura o la apicultura, sin olvidar el apoyo científico y el mantenimiento del patrimonio natural y cultural».


Ancares o Candín, eso no afecta


La polémica sobre el nombre de Ancares que el Ayuntamiento de Candín ha solicitado para sí no afecta al trabajo de la RBALE, dice Abad. «Tenemos unos límites y una filosofía de trabajo muy claros, definidos por la UNESCO, y para nosotros el trabajo será el mismo con los Ayuntamientos, con la población, la conservación y el apoyo logístico a la investigación».

«Para nosotros todos los ayuntamientos son parte de esta Reserva de la Biosfera y de su trabajo con la población y con otras Reservas», apunta.
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