La reconversión del campo reduce a la mitad los autónomos en dos décadas

El sector primario ha vivido en los últimos años una importante reconversión que se refleja en los datos de la Seguridad Social. Si hace décadas las explotaciones agrícolas y ganaderas de la provincia eran eminentemente familiares y no requerían en la mayoría de los casos de trabajadores por cuenta ajena, ahora, las que quedan se han redimensionado disminuyendo el número de autónomos y aumentando el de asalariados.

A 31 de diciembre del año pasado, eran 6.570 los autónomos dados de alta en el epígrafe agrario y ganadero, lo que representa un descenso del 1,38 por ciento respecto a los 6.662 del último día de 2020. Sin embargo, cabe destacar que este número ha caído a casi la mitad en las últimas dos décadas. Concretamente, en 2001 eran 12.292 los autónomos del sector en la provincia, lo que supone una bajada del 46,55 por ciento. Cabe destacar, además, que esta pérdida de autónomos agrarios se registra principalmente en la primera década del siglo XXI. Así, entre 2001 y 2011 la cifra cayó en 4.305 autónomos. Tras años con caídas superiores al 5 por ciento, el descenso se ha moderado en los últimos ejercicios debido, principalmente, al aumento en la incorporación de jóvenes al sector. Así, la caída de 2021 con respecto al año anterior fue del 1,38 por ciento.

Por su parte, son 1.936 las personas asalariadas en la provincia al cierre de 2021, una cifra prácticamente igual a la del año anterior. Estas altas se corresponden al conjunto de asalariados del Régimen General en el apartado de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca y a asalariados en el Sistema Especial de Trabajadores Agrarios. Además, llama la atención que de ellos el 81,2 por ciento eran hombres, mientras que solo un 18,8 por ciento eran mujeres, según los datos que maneja Asaja León. En su conjunto, son un 150 por ciento más que los trabajadores por cuenta ajena con los que contaba el sector primario en la provincia hace dos décadas, 778 al cierre de 2001. También ha sido en la primera década de este nuevo siglo cuando se ha producido el mayor incremento, según las cifras de la Seguridad Social.

En total, la provincia de León cerró el año pasado con 8.533 cotizantes agrarios, de los que el 77 por ciento eran autónomos y el 23 por ciento restante, asalariados. Supone una reducción superior a un tercio (del 34,71 por ciento) con respecto a las personas que vivían del campo hace dos décadas, algo más de 13.000 entre los 12.292 autónomos y los 778 asalariados que había entonces. El mayor número de cotizantes se perdió entre 2001 y 2011, ya que ese año terminó con 9.666 cotizantes agrarios (7.987 autónomos y los 1.679 restantes, trabajadores por cuenta ajena).